Serie que te deja ver la mente de un criminal psicópata

Hay distintas producciones en las que podemos encontrar representados a aterradores asesinos en serie, quienes al carecer de empatía se encuentran dispuestos a eliminar a cualquier persona que se interponga en su camino. Pero hay muy pocas series en donde podemos conocer lo que ocurre en su mente y una de ellas es “El Paciente” (“The Patient”), en donde podemos ver a Steve Carell dejar de lado la comedia para adentrarnos a un drama muy oscuro en donde su libertad y su vida se encuentran en el medio.

Aunque Steve Carell es reconocido por interpretar papeles cómicos y bastante particulares tal como lo fue Michael Scott en la sitcom “The Office”, demuestra en esta serie su versatilidad, adentrándose en un territorio dramático y misterioso con maestría. La trama se desencadena con el Dr. Alan Strauss, un psicoterapeuta dedicado que se encuentra en un punto crucial de su carrera, pero su rutina profesional se ve abruptamente interrumpida cuando es confrontado por un nuevo paciente cuyo comportamiento desde el primer encuentro despierta su intriga y preocupación.

Sin embargo, lo que comienza como una sesión terapéutica ordinaria toma un giro oscuro cuando Strauss despierta en un lugar desconocido, desorientado y confundido sobre su paradero. Pronto descubre que ha sido secuestrado por Sam Fortner (Domhnall Gleeson), el mismo paciente extraño que llegó a su consultorio, quien revela ser un asesino en serie en busca de redención y cambio.

El paciente, en un acto desesperado, confiesa sus crímenes y suplica la ayuda del Dr. Strauss para liberarse de sus impulsos mortales y a medida que avanza la terapia forzada, el paciente revela detalles dolorosos de su infancia marcada por el abuso y la negligencia, así como los oscuros impulsos que lo impulsan hacia la violencia. Para Strauss, la situación se convierte en un dilema ético y moral, ya que si bien comprende la urgencia del paciente por redimirse, también es consciente del peligro inminente que representa para su propia vida.