Morena
Francisco Álvarez Sanén
Entre fundaciones, pobreza y esperanza
El pasado domingo 27 de julio, estuvo el Lic. Andrés Manuel López Obrador en una gira de trabajo por los municipios de Sabanilla, Tumbalá y Yajalón, como parte de los recorridos que hace por todos los municipios de México, en su incansable lucha por lograr por la vía pacífica y electoral un proyecto alternativo de nación. Las tres asambleas informativas fueron alentadoras, no solo por la asistencia de la gente, sino por el ambiente a pesar de la situación de pobreza y abandono en el que se encuentran estos tres municipios y la región en general. La ciudanía que acudió a escuchar el mensaje de AMLO, sin duda forma parte del cada vez más grande sector vapuleado por la crisis económica y de credibilidad de las instituciones públicas. Por eso he decidido dedicar este valioso espacio para compartir mis impresiones y realidades que pude obtener de la región en los días que permanecí como parte de las tareas de organización y concientización de Morena.
Tuve la oportunidad de estar en 5 municipios que ya conocía con anterioridad, pero solo de paso; aunque desde esa ocasión tuve muy en claro que aquí si algo impera aparte del verde de las montañas y de cierto partido político (a excepción de Sabanilla) es la pobreza y la marginación. El primer día hicimos labores de propaganda en Bachajón y Chilón, poblaciones donde la gran mayoría de sus habitantes son de la etnia tzeltal y que es gobernada actualmente por uno de los presidentes más polémicos por el despilfarro, saqueo y promoción de su imagen a costa del erario; basta con hacer un recorrido breve para conocer la razón por la cual aquí se actúa con tanta impunidad y empacho: la pobreza está en todos los rincones del municipio. Nuestros hermanos indígenas, herederos de culturas milenarias, y guardianes de costumbres y tradiciones que cada vez se ven más amenazadas por la migración y el abandono de sus comunidades de origen en busca de mejores oportunidades, ya sea en zonas urbanas cercanas, o más lejanas como la Riviera Maya o EEUU, son los que pagan los platos rotos de la impunidad con que actúan los políticos locales. No por nada, Chilón es de los municipios más pobres de México con 75 por ciento de su población en condiciones paupérrimas, de acuerdo a datos oficiales. Aquí no hay trabajo y menos esperanza, aquí el nacer indígena es sinónimo de pobreza y marginación, como en toda la región.
Ese mismo día llegamos a Yajalón a pernoctar. La primera impresión que tuvimos era el lamentable estado de sus accesos principales, que están en peores condiciones que la calle Chiapas y sus ya famosos baches; hay un tramo que de plano es de terracería y que en temporada de lluvias se viene a pique y es intransitable para vehículos pequeños. Nos dio la bienvenida un anuncio de la “fundación” Tierra Verde, y de inmediato, me vino a la cabeza una regla de tres entre lo que invierte esta fundación en promoción, oficinas que después de ser inauguradas no vuelven a mostrar sus puertas abiertas, y por supuesto, los regalos que no pueden faltar en los mítines que llevan a cabo, y cuánto costaría reparar o reconstruir la entrada principal de esta cabecera de distrito. El municipio vecino de Chilón contagió a este hermoso municipio con la moda de crear fundaciones tapadera; casualmente los dos presidentes municipales provienen del PVEM y son los que encabezan los eventos masivos, dicen que están enfrentados en la carrera por la diputación federal, pero están hermanados en estrategia y militancia partidista.
Yajalón es famoso por la calidad y sabor de su café. Lo primero que hicimos después de terminar nuestras actividades fue probarlo acompañado del clima agradable de toda la región; ahí nos platicaron que la situación de los cafeticultores es insoportable, la enfermedad de la roya que ataca a la gran mayoría de los cultivos de la región está golpeando seriamente la economía local, que de por sí es sumamente frágil. El precio del café está descendiendo considerablemente y ya no es viable vivir de su cultivo. Los cafeticultores piden a gritos ayuda para aplicar un programa de apoyo directo al cafeticultor y sus pérdidas; la respuesta no ha llegado y los paliativos que han intentado implementar solo han servido para negocio de unos cuantos, y para exacerbar el ánimo de los campesinos. Ni “Tierra Verde” ni “Chiapas Verde” han planteado una solución para la difícil situación regional; parece ser, que es más importante visitar Salto de Agua o Palenque para exportar esa política sin pies ni cabeza de alcanzar el poder por medio de “fundaciones” patito, y claro, a billetazos.
Tila y Tumbalá tienen la peor situación, sus economías locales son muy endebles. Aquí la población es en su mayoría de la etnia Chol y otra minoría tzeltal, también hay mestizos pero es una minoría dentro de las minorías. Tila es víctima de una especie de dictadura entre el actual presidente y su esposa, ya van por 9 años en el poder y quieren llegar a 12. Estos cacicazgos ruines y burdos son inexplicables en estos tiempos, pero tan lógicos en pueblos que se les golpea a diario para doblar su voluntad y espíritu. Basta con hacer un recorrido por las calles de estos dos municipios para mirar a la pobreza de frente. La hermosa iglesia del señor de Tila que destaca por su posición, es un contraste con las casas grises y sin color que descienden en las laderas del cerro donde se encuentra la población de Tila; parece que aquí lo gris del paisaje es un reflejo del espíritu quebrado de las personas por la pobreza y la ausencia de jóvenes es notable. Pero de impresiones están llenos los anales de los necios, debo confesar que aquí la gente hace un esfuerzo grande para organizarse y encontrar una salida. En Tila los adultos mayores se están organizando, y reconozco su gran esfuerzo e ímpetu para lograrlo.
Tumbalá es pobre entre los pobres. Sufren desde hace años los embates de una política agraria diseñada para golpear al campesino. Aquí la gente vive de sus cosechas: maíz, frijol y café. Está de más decir lo precario de su situación cuando sabemos la situación del campo mexicano. La monocromía de la pobreza en Tumbalá se rompe de manera súbita al ver una Hummer, una camioneta Tahoe y otra Ford Lobo; asombrados, preguntamos su propiedad y procedencia y, rápidamente nos explican que se trata del cacique local y ex presidente municipal. De más estaba seguir preguntando, solo complementaron la información que desde que terminó su mandato se volvió “empresario” constructor y quiere regresar a la presidencia en 2015. Reímos a carcajadas y suspiramos al saber que no éramos un caso aislado. Aquí no esperábamos respuesta de la gente, se nos doblegó el espíritu con tan solo echar un vistazo a nuestro alrededor. Una vez más nos equivocamos porque Tumbalá rebasó las metas y fue el mejor de los 3 eventos. Con todo y aguacero previo, la gente se aglutinó y esperó varias horas para escuchar a Andrés Manuel.
Terminamos el día de ayer nuestro recorrido y actividades de apoyo con el mitin en Yajalón por parte de AMLO. Regresé a Palenque con sensaciones encontradas por el éxito de las asambleas, y por otro lado, la desesperanza que se respira en la región, a pesar de los esfuerzos de hombres libres que luchan a diario por cambiar su presente. Regresé más convencido que nunca que aquí en Palenque, donde vivo y nací, no podemos permitir el mal gobierno que aqueja a casi todos nuestros municipios vecinos, y que a pesar de los errores y malas decisiones de la izquierda local y sus gobiernos, aún estamos a tiempo de construir para este 2015 una opción de naturaleza alternativa y que le ponga un alto a los que ya vienen con la cartera llena y con el nombre de la “fundación” que se va a crear en Palenque para emular a los notables casos de nuestros vecinos. Como siempre, de nosotros depende.