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¿Cómo la meditación cambia tu cuerpo?

 ¿Cómo la meditación cambia tu cuerpo?

Una forma rápida de eliminar el estrés del día es a través de la meditación, porque te brinda paz interior, pero, más allá de este beneficio, algunos estudios sugieren que la meditación cambia tu cuerpo.

Cualquier persona puede practicar meditación, ya que es muy sencillo, barato y no requiere equipo especial, así que si quieres cambiar tu cuerpo para ser más saludable, sólo debes hacerlo por algunos minutos al día.

¡Cambia tu genética!

De acuerdo con investigadores de Wisconsin, España y Francia, la meditación plena genera cambios moleculares específicos y genéticos en el cuerpo, ya que reduce los genes que causan inflamación y se incrementan en una situación estresante.

De acuerdo con Richard J. Davidson, fundador del Centro para la Investigación de mentes saudables y William James, profesor de psiquiatría de la University of Wisconsin-Madison, los genes afectados incluyen los llamados RIPK2 y COX2.

Incluso, la medida en cómo los genes se autorregulan se asocia con una recuperación de cortisol más rápida cuando la persona se encuentra en situaciones estresantes.

Altera tu cerebro…

Neurocientíficos de Harvard señalan que la meditación plena cambia las estructuras cerebrales después de ocho semanas de práctica. Es decir, da una sensación de tranquilidad, relajación mientras proporciona beneficios cognitivos y psicológicos.

Una de las razones es que la meditación incrementa la concentración de materia gris en el hipocampo izquierdo, corteza cingulada posterior, la unión temporo-parietal, y el cerebelo.

Todas estas regiones del cerebro implicadas en el aprendizaje y la memoria, la regulación emocional, sentido de sí mismo, y la toma de perspectiva. Y tú, ¿practicas meditación?

La palabra «meditación» viene del latín meditatio, que originalmente indica un tipo de ejercicio intelectual. De este modo, en el ámbito religioso occidental se ha distinguido entre «meditación» y «contemplación», reservando a la segunda un significado religioso o espiritual.

Esta distinción se vuelve tenue en la cultura oriental, de forma que al comienzo de la influencia del pensamiento oriental en Europa, la palabra adquiriría un nuevo uso popular.

La meditación describe la práctica de un estado de atención concentrada, sobre un objeto externo, pensamiento, la propia consciencia, o el propio estado de concentración.

Este nuevo uso se refiere a la meditación propia del yoga, originada en India. En el siglo XIX, los teósofos adoptaron la palabra «meditación» para referirse a las diversas prácticas de recogimiento interior o contemplación propias del hinduismo, budismo y otras religiones orientales.

No obstante, hay que notar que este tipo de práctica no es ajena a la historia de Occidente, como muestran descubrimientos de vasijas celtas con figuras en postura yóguica.

La meditación se caracteriza normalmente por tener algunos de estos rasgos:

Un estado de concentración sobre la realidad del momento presente.

Un estado experimentado cuando la mente se disuelve y es libre de sus propios pensamientos.

Una concentración en la cual la atención es liberada de su común actividad y focalizada en Dios (propio de las religiones teístas).

Una focalización de la mente en un único objeto de percepción, como por ejemplo la respiración o una recitación de palabras constante.

La meditación no solo puede tener propósitos religiosos sino estar también enfocada al mantenimiento de la salud física o mental, e incluso propósitos de conexión cósmica para encontrar respuestas a preguntas universales que a lo largo de la Historia el ser humano ha tenido.

Existe una amplia variedad de guías y enseñanzas para la meditación, que van desde las que aparecen en las religiones hasta las terapéuticas pasando por las propias ideologías de ciertos individuos.

Estudios científicos han demostrado que algunas técnicas de meditación pueden ayudar a mejorar la concentración, la memoria y mejorar el sistema inmunitario y la salud en general.

Tipos de meditación

De acuerdo con Pérez De Albeniz & Holmes (2000), las diferentes técnicas de meditación pueden ser clasificadas de acuerdo a su enfoque. Algunos enfocan al campo de la percepción y la experiencia, también llamada de «conciencia plena» (mindfulness, en inglés).

Otras enfocan a un objeto determinado, y son llamadas de «concentración». Hay también técnicas que intercambian el campo y el objeto de la meditación.

Categorizar las variedades de meditación es difícil. No obstante, dentro de las tradiciones religiosas esto resulta siempre más sencillo, si bien hay que notar que la meditación no tiene por qué tener trasfondo religioso, sino que es simplemente una herramienta.

Salud y efectos fisiológicos

Popularmente se considera a la meditación como un componente de las religiones orientales, si bien esto no es exacto.

La meditación ha sido practicada durante más de 5000 años con propósitos intelectuales, religiosos o de salud. Actualmente al menos un estilo de meditación se ha probado efectivo para aumentar el cociente intelectual, mejorar la memoria e incluso cambiar partes del cerebro.

Otros estilos de meditación otorgan igualmente distintos beneficios a la salud mental y física de sus practicantes, especialmente un mejoramiento de la inteligencia emocional y del sistema inmunitario.

Entre los más comunes se encuentran el alivio del estrés y la bajada de la presión sanguínea.

Al analizar la actividad cerebral durante la meditación, usando un electroencefalograma, se puede apreciar que se pasa de las ondas beta (actividad normal, consciente y alerta, de 15-30 Hz) a ondas alfa (relajación, calma, creatividad, 9-14 Hz).

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