Un día como hoy, hace mil 421 años, nació el Rey Pakal
Emmanuel Dorantes B.
El 23 de marzo del año 603 después de Cristo nació en este mismo territorio palencano el rey maya K’inich Janaab’ Pakal, Pakal el Grande, el mismo cuyo sepulcro original se encuentra en las entrañas del Templo de las Inscripciones de la Zona Arqueológica de Palenque.
Pakal el Grande nació y murió en la vasta metrópoli que aún subsiste en forma de ruinas prehispánicas y de la cual sólo se aprecia apenas una pequeña parte de todo lo que aún permanece sepultado; donde su tumba no fue descubierta sino hasta el siglo XX redefiniendo la historia.
Fue a mediados del siglo pasado cuando Alberto Ruz Lhuillier, cuya tumba está frente al Templo de las Inscripciones, descubrió el sarcófago del gran gobernante maya para echar por tierra una versión que antes era aceptada, la que afirmaba que las pirámides mesoamericanas no eran recintos mortuorios.
Desde entonces, Pakal el Grande se volvió un símbolo universal único en el mundo que trascendió sobre el ámbito de la historia o de la arqueología para convertirse en un objeto de análisis que sobrepasó la ciencia aceptada hasta volverse, incluso, en centro de controversias.
Su lápida presenta un tallado forjado en una técnica maya llamada “lapidaria” que aún perdura en artesanos locales. Sin embargo, además del estético acabado, sus relieves presentan detalles que dieron lugar a teorías que sugerían que Pakal fue un viajero espacial: El astronauta de Palenque.
Pese a todo, el gran gobernante maya nacido un día como hoy hace 1,421 años y fallecido el 26 de agosto de 683 d. C representa, además de un elemento universal dentro del vasto legado ancestral maya, un factor de identidad para el municipio de Palenque donde Pakal el Grande es su emblema cultural.
