Cómo Xóchitl Gálvez se volvió una figura incómoda para López Obrador.
Xóchitl Gálvez pasó de ser vista como una aspirante a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y ser una senadora de oposición, a convertirse en un personaje incómodo para el presidente Andrés Manuel López Obrador por sus posibilidades como protagonista entre los enlistados de la oposición a Presidencia en menos de un mes.
¿Quién es Xóchitl Gálvez?
Nacida en Hidalgo en 1963, Gálvez inició su carrera en la política en el gobierno de Vicente Fox. Al panista lo acompañó en la Oficina para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y, más tarde se convirtió en la primera Directora General de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).
Durante los siguientes años, Xóchitl regresó a su actividad empresarial. Sin embargo, para 2010, participó en la contienda por la gubernatura de su tierra natal, pero perdió frente a Francisco Olvera Ruiz, candidato de la coalición “Hidalgo nos une”.
En 2015, Gálvez Ruiz llegó a la alcaldía Miguel Hidalgo, cargo el cual aseguró se mantendría hasta terminar su periodo pues no le interesaba buscar algún otro, de no hacerlo, aseguró vendería su departamento y donaría el dinero a una buena causa. En 2018, la entonces alcaldesa tuvo que cumplir su palabra y vender su propiedad pues fue propuesta para ocupar un escaño en el Senado de la República.
Al ser integrante de la oposición, Gálvez pronto fue vista como una posible candidata al Gobierno de la Ciudad de México.
“Voy a ser jefa de Gobierno, claro que sí, realmente la vida me preparo para esto”, afirmó la senadora en junio del año pasado.
Xóchitl y Palacio Nacional
Sin embargo, Gálvez pronto se convirtió en un asunto de relevancia para el presidente Andrés Manuel López Obrador y poco a poco se fue catapultando como la posible candidata a la Presidencia de la República.
Al hablar de uno de sus programas insignia, la pensión de adultos mayores, el presidente acusó que desde el Partido Acción Nacional hubo quienes se opusieron a entregar apoyos a quienes ya habían trabajado por años por México y señaló al expresidente Vicente Fox y a la senadora Gálvez.
“Acaba de decir la señora Xóchitl Gálvez que ella va a quitar los programas de apoyo a los adultos mayores, lo mismo planteó la que era candidata del PRI en Hidalgo, y han votado para que no se apoye a los adultos mayores, ni se apoye la educación pública, ni se apoye la salud pública, que no se entreguen becas a personas con discapacidad, porque todo eso para ellos es populismo, es paternalismo. Ellos quisieran que el gobierno estuviese al servicio de una minoría, ese es su ideal, su verdadera concepción”, dijo en su mañanera el presidente el 5 de junio.
La panista pidió ejercer su derecho de réplica, el mismo que el presidente defiende cuando es objeto de críticas. Debido a que las puertas de Palacio Nacional no se le abrieron para responderle al presidente, la legisladora tramitó un amparo para acudir a la mañanera.
López Obrador había condicionado la entrada a Xóchitl Gálvez a Palacio Nacional si un juez de lo ordenaba y así fue. La ley le dio la razón a Gálvez, sin embargo, las puertas de la sede del poder Ejecutivo no se abrieron pues el presidente previamente aseguró que se reservaba su derecho de admisión.
Antes de las 06:00 horas de aquel lunes 12 de junio, la panista llegó a Palacio Nacional para demandar su derecho de réplica, pero no pudo hacerlo. “El presidente se encierra en su palacio, eso es lo que pienso, le tiene miedo a las mujeres”, dijo Gálvez.
Ahí, la mirada de Xóchitl Gálvez pasó del Antiguo Palacio del Ayuntamiento a Palacio Nacional.
“Al cerrarme la puerta, miles de mexicanos me abrieron la suya. Entendí un poderoso mensaje: que la puerta de Palacio Nacional sólo se abre de adentro hacia fuera. Por eso, vamos a abrir esa puerta para millones de mexicanas y mexicanos. Desde aquí les digo, voy a ser la próxima presidenta de México”, anunció el 27 de junio.
