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EL ASEDIO DE CALAKMUL.

 EL ASEDIO DE CALAKMUL.

Cronista de Palenque: Prof. Agustín Román Alvarez Bolivar.
HABLANDO DE HISTORIA

Continuando con los acontecimientos históricos, la expansión política y militar palencana penetró profundamente en la región del Bajo Usumacinta. Sin embargo, el señorío de KanCalakmul no abandonó sus pretensiones de dominar esa región. El 5 de abril de 662,

Yukno’m Ch’e’n, sagrado gobernante de Calakmul, atestiguó la entronización de Cráneo de Halcón, dirigente del estratégico señorío de Moral-Reforma, Tabasco, ubicado sobre la ribera del Río San Pedro Mártir y cerca de Pomoná. Como era su táctica habitual, Kan imponía su control sobre sitios cercanos a las capitales rivales, utilizándolos como cabezas de playa para generar coaliciones y ofensivas contra aquellas.

Pakal seguramente vio con preocupación la amenazante aproximación de Kan, pero quizá ya no tuvo el ímpetu para ejecutar una ofensiva contra Moral-Reforma.

Mientras tanto, a la sombra del prestigiado y poderoso gobernante de B’aakal, su hijo
K’inich Kan B’ahlam había sido alcanzado los 27 años de edad y conocía perfectamente lo peligrosa que resultaba la presencia de Kan-Calakmul al noreste de Lakamha’.

Si Pakal no tuvo la voluntad para controlar a Moral-Reforma, él si la tendría, una vez que se convirtiese en sucesor de su padre.

Sin considerar los registros de las grandes ceremonias protagonizadas por Pakal, hay
pocos datos sobre las actividades rituales de la familia real de Palenque. Uno de ellos se refiere que su hijo Ux? Mat celebró un final de 13 tunes el día 4 de agosto de 665, a la edad de 21 años.

De acuerdo con la inscripción, el recibió la “cuerda serpiente”, que puede simbolizar el psiconducto a través del cual se realizaba la comunicación con las sepulturas de los antepasados. Ux? Mat también ofreció un mayij a las deidades patronas del señorío, tal como ya lo había hecho en su infancia.

Poe esta época, el 22 de enero de 671, nació Chak Auutz’, personaje que no pertenecía a la familia de gobernante sino a un linaje subordinado que habitaba el Grupo VI de Palenque. Con el tiempo, él habría de dar valiosos servicios militares a la dinastía local, haciéndose el merecedor de registros biografica en un monumento de piedra.

LA CUESTIÓN DE LA ESCRITURA PALENCANA

Junto con las inscripciones del Trono Subterráneo y la Lápida Oval de la Casa E, los textos de la casa C son los primeros que con plena seguridad pueden ser asignados al reinado de K’inich Janahb Pakal; de hecho, esas incripinciones son la más antiguas que podamos conocer en la ciudad arqueológica de Palenque

Toda la información histórica disponible sobre los gobernantes anteriores de Pakal fue
registrada durante el reinado y de sucesores. Las investigaciones no han detectado textos glíficos que epigrafía, arqueológica o estilísticamente pueden ser considerados
contemporáneos de los reinados precedentes, lo cual resulta bastante extraño.

Ciertas cualidades lingüísticas, como el uso de giros propios de la lengua chontal, y el
depurado estilo caligráfico y literario de los primeros textos de Pakal, indican que no
fueron obra de la improvisación, sino el resultado de un largo proceso de maduración
local. Es notable un caso de comparación: con las inscripciones de Tortuguero.

Los primeros textos de este sitio muestran la misma madurez y rasgos diagnósticos que exhiben los textos de Pakal, de los que son básicamente B’ahlam Ajaw.

Desde luego, esta semejanza no resulta extraña o accidental, ya que ambos grupos
gobernantes se originaron por la escisión o fractura del linaje B’aakal.

En concordancia con este origen histórico común, las narrativas escritas de las dos dinastías se comportan como derivaciones de una sola y añeja tradición escrituraria.

Por lo tanto, es incuestionable que el arte de la escritura debió ser cultivado en Palenque desde tiempos anteriores al reinado de K’inich Janahb’ Pakal.

La ausencia arqueológica de esas obras es difícil de explicar, una hipótesis seria destrucción durante las intensas guerras y prolongadas ocupaciones que padeció la ciudad durante tres lustros.

Otra posibilidad es que el propio Pakal haya destruido los textos anteriores para registrar una historia de Palenque acorde a sus finalidades y con el engrandecimiento de las dinastías.

Ello ocurrió en otros pueblos asientan que Tlacaelel, el gran consejero de los gobernantes, destruyó las historias anteriores para escribir nuevos libros que magnificaran a los mexicas.

Estas condiciones, K’inich Janahb’ Pakal no solamente tuvo que emprender la restauración del poder político, económico y militar de su dinastía, sino que reescribió la historia de su señorío.

Durante el periodo clásico maya, la prosapia, el prestigio y la legitimidad de un
linaje gobernante estaban sustentados en la probanza de sus orígenes y trayectoria
históricos.

Los datos existentes indican que K’inich Janahb Pakal comenzó a reescribir la
historia de Palenque durante la segunda mitad de su largo reinado.

Redaccion Diario de Palenque

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