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SOBRE LA CREACIÓN ESCULTORICA EN LA EPOCA DE PAKAL.

 SOBRE LA CREACIÓN ESCULTORICA EN LA EPOCA DE PAKAL.

En este periodo se realizaron múltiples obras en piedra y estuco, con novedosos estilos
que constituyeron el inicio de una importante escuela escultórica que perduraría,
renovándose, 150 años más, pero nació arraigada en una añeja tradición.

En las pilastras de la fachada oeste de la Casa C se esculpieron gobernantes sentados
sobre un trono con las piernas cruzadas, el cuerpo de frente y la cabeza de perfil, mirando
hacia la entrada.

Los personajes portan un gran penacho de plumas y símbolos serpentinos. Trece medallones circulares que enmarcan un signo parecido a la flor de cuatro pétalos, el glifo del sol, decoran la galería interior de la Casa A. Están bordeados por glifos y signos astronómicos, como el de Venus, así como las cabezas de ciempiés, la entidad Sak B’aak Naah Chapaat.

La casa A fue inaugurada p or Pakal, pero los relieves de estuco que ornamentan los pilares
de la fachada que da el este fueron realizados por su sucesor, Kan B’ahlam.

De acuerdo con un esquema formal predominante en Palenque, los pilares de los extremos llevaban tableros glíficos, y los intermedios, escenas con personajes. El motivo escultórico principal es la imagen del jerarca, de pie y de perfil, en el centro, portando un bastón que remata con la cabeza del dios K’awiil, deidad de los linajes gobernantes; a sus lados hay dos personajes sentados con las piernas cruzadas, un hombre y una mujer; él está casi
desnudo y ella lleva capa y falda de tejido en red, así como un tocado con la cabeza del
dios K’awiil.

El gobernante lleva ex (taparrabos) y falda de piel de jaguar con la cola del
animal colgando detrás, sostenida por un cinturón con cabeza trofeo en la parte posterior,
que lo identifica como guerrero; algunos calzan sandalias de piel de jaguar.

El gran tocado del personaje se compone de largas plumas de quetzal, una trenza que pende sobre la espalda, cascabeles de serpiente de los que cuelga un pez, y una cabecita del dios solar al frente, de cuya nariz sale un signo de aliento y que lleva el glifo T533 sobre la cabeza.

Los relieves tienen un marco con signos de los astros: la banda astral que representa el cuerpo del Dragón Celeste Nocturno, indicando con ello la sacralidad del gobernante o la
protección que recibía de la deidad suprema.

Otro notable relieve de estuco, en la parte superior de la Casa B, es una representación de
la montaña sagrada, cuyo rasgo más notable es la greca escalonada que simboliza el
acceso hacia las profundidades de la tierra.

Está adornada con motivos florales y sobre la greca hay ventilas en forma de ik. Colocados encima de las ventilas hay dos dragones alados, de cuyas bocas salen largas flamas Dragones semejantes se encuentran en los tocados de los padres de K’inich Ahkal Mo’ Nahb, Tiwohl Chan Mat y la señora Ix Kinuuw Mat, representados en el Tablero de los Esclavo

En términos generales, el arte plástico creado desde la época de Pakal
revela la existencia de una escuela escultórica de larga tradición y al mismo tiempo
innovadora. Se caracteriza, a grandes rasgos, por una representación naturalista del
cuerpo humano, que se reproduce casi desnudo, ejecutada con gran refinamiento, tanto
en piedra como en estuco.

El artista palencano usó el estuco para retratar a los personajes, quizá porque ese material es más dúctil para modelar los infinitos matices expresivos del rostro, las manos, los pies y los torsos humanos, que son de gran belleza y fuerza comunicativa. Las caras y las cabezas son notables por su expresión individual.

Tanto en las lapidas de piedra como en los estucos, los monarcas, a diferencia de los
representados en otros sitios, como Copán, cargados de atributos de poder y en una
actitud rígida y hierática, se manifiestan aquí en posturas naturales, con escaso vestuario.
Los cuerpos se modelan con elegancia y sencillez, reduciéndose a las líneas esenciales,
pero no dejan de aparecer los tocados, adornos y atributos de poder, en sorprenderte
equilibrio con las figuras.

Redaccion Diario de Palenque

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