Opinión: Ritos infantiles de K’inich Kan B’ahlam.
Desde muy joven y acusando la efectiva asimilación de las enseñanzas de sus maestros, K’inich Kan B’ahlam comenzó a participar en la vida ceremonial de la capital.
El 14 de junio de 641, cuando apenas contaba con seis años de edad, llevó a cabo un rito en el que empleó un objeto llamado ook-te’-el, “poste enhiesto”. La naturaleza de este acto
ceremonial resulta enigmática. Un texto señala que le afectuó la ceremonia “ante la
presencia del dios GI”.
Año y medio después, K’inich Kan B’ahlam protagonizó la celebración ritual de un final de 10 tunes, acaecido el 3 de diciembre de 642. Los textos señalan que ese día fueron “derribados o descendidos los cuatro jóvenes (Jub’uuy, Chan-tikil, Ch’ok-taak)” con el
“pedernal” de K’inich Kan B’ahlam. “Los cuatro jóvenes” eran niños que fungían como
representantes rituales del dios K’awiil.
La ceremonia del año 642 fue una ocasión extraordinaria en la historia ceremonial de
Palenque, pues fue la primera vez que un niño, heredero potencial al trono, se convertiría
en protagonista principal de una ceremonia de medio k’atun. K’inich Janahb’ Pakal
concedió este privilegio a su hijo K’inich Kan B’ahlam, generando un aura de sacralidad en
torno a este y magnificando su imagen como posible sucesor del señorío.
Es posible que durante esta época (636-643) haya nacido otro hijo de Pakal llamado Waknal B’ahlam Ch’aaj II Sibik Kan, del que hasta poco tiempo desconocíamos su existencia
