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Cómo elegir el mejor lubricante

 Cómo elegir el mejor lubricante

La humedad de la zona íntima “puede verse alterada por diferentes motivos como los cambios hormonales durante el ciclo menstrual, el embarazo, el puerperio, la lactancia o la menopausia”. Pero también puede verse afectada por “el uso de determinados tratamientos o medicación”. Por lo que el uso de un lubricante es muy importante para mitigar la sequedad vaginal.

Además, la Organización Mundial de la Salud considera que los lubricantes, junto con los preservativos, son productos esenciales para la prevención de embarazos no deseados y de enfermedades de transmisión sexual.

¿Y en el ámbito erótico? “sirve para que los encuentros sexuales, tanto a solas como en compañía, sean más seguros y placenteros”. ¿Cómo? “Gracias a sus propiedades permiten mayor desliz y aseguran menos probabilidades de fricciones y heridas”. “Se asemejan a las secreciones vaginales y sirven tanto para facilitar las relaciones sexuales como para aumentar el placer durante éstas”, añade la farmacéutica.

Tiene multitud de usos, aunque es cierto que el más extendido, es en el “sexo vaginal, ya que ayuda a reducir las molestias provocadas por la falta de lubricación natural durante la estimulación sexual, pero no es el único. “También son usados en el sexo anal, ya que el ano no tiene una lubricación natural como es el caso de la vagina y por tanto, podría llegar a ser doloroso”.

Además, “en la práctica del sexo oral se ha incrementado su uso en los últimos años por la amplia variedad de sabores introducida por algunos fabricantes y también puede ser usado para la utilización de juguetes sexuales, así como para la masturbación y para dar masajes sensuales”.

En general, “cualquier práctica sexual puede ir acompañada por un lubricante. Por eso es fundamental conocer sus aplicaciones e incompatibilidades”, además de los diferentes tipos que existen en el mercado, ya que la variedad es muy amplia.

Lo primero que hay que saber es que todos ellos se diferencian por su composición, “la cual determinará su textura, tiempo de actuación, pH, osmolaridad, olor, sabor y resto de propiedades”.

Así pues, hay lubricantes oleosos, de silicona y de base acuosa, y, dentro de ellos, existen además de diferentes sabores, con efecto frío o calor, excitantes, relajantes…
En cuanto a sus usos y contraindicaciones es importante saber estos consejos:

• Los lubricantes de base acuosa: “Son más ligeros que el resto, más naturales, se absorben mejor, son menos untuosos, y, por lo tanto, más fáciles de retirar. Serían los de elección en el tratamiento de la sequedad vaginal, así como en la búsqueda de un embarazo ya que no interfieren con la movilidad de los espermatozoides. Sus propiedades hacen que sean los que más fácilmente se evaporan y por ello se debería usar mayor cantidad o reaplicar más a menudo que el resto, pero a su vez se podrían usar con preservativos y con juguetes eróticos de silicona sin problema”.

“Los más versátiles para distintas prácticas sexuales y por su total compatibilidad con los juguetes eróticos y preservativos”. Además, “son respetuosos de la flora vaginal y anal y mantienen inalterado su pH”. Por todo ello, “es un lubricante aconsejable, sobre todo, en personas sensibles a irritaciones vaginales”. Además, destaca, “no dejan manchas y son muy fáciles a la hora de limpiar”.

Su principal inconveniente es que “se diluyen debajo del agua, por lo que no son productos aptos para el sexo en la ducha”.

• Los lubricantes de silicona: “Son más densos que los anteriores y no se absorben con facilidad”, “Esto les proporciona cierta ventaja, ya que no sería necesario reaplicarlos constantemente al permanecer más tiempo en la superficie”.

“Se pueden usar en todo tipo de encuentros, pero debido a su densidad y efecto duradero se utilizan habitualmente para el sexo anal y para el sexo en el agua”.

“Tienen un textura más sedosa y deslizante que los de agua y son los mejores para las largas sesiones de juegos sexuales incluso debajo del agua”. Además, recuerda, “son compatibles con preservativos y el látex en general”.

El principal inconveniente de este tipo de lubricante es que “son enemigos de la silicona por lo que no deben usarse con juguetes sexuales, a menos que no sean de plástico duro, vidrio o metal”.

“Si te has aventurado en una sesión de juegos rápida, evitar utilizar un lubricante de silicona ya que, en este caso puede que necesites una ducha para limpiarte”.

• Los lubricantes oleosos: “Son los más grasos, más duraderos y de más lenta evaporación”. Por ello, “son también los más difíciles de retirar y pueden manchar”.

Los “que aseguran mayor desliz y duración”. Por ello, “son perfectos para masajes sensuales y se pueden utilizar tanto con los juguetes eróticos como para la masturbación y el sexo debajo de la ducha”. También, añade, “puede facilitar irritaciones en la vagina, así que, mejor optar por otro lubricante en las relaciones coitales”.

El principal inconveniente es que “son incompatibles con el látex”, ya que podría dañar su estructura y provocar su rotura. Por ello, no deberían usarse ni con preservativos ni con diafragmas”.

Es importante saber que la Asociación Española Para el Estudio de la Menopausia (AEEM) desaconseja el uso de lubricantes con base de aceite o silicona “en mujeres con sequedad vaginal porque son menos parecidos a las secreciones naturales que los lubricantes con base de agua y su pH o su osmolaridad no suelen ser los adecuados”.

PH y lubricante

El pH vaginal, “se sitúa entre 3,8 y 4,5 en mujer en edad fértil y debería ser el pH óptimo vaginal, aunque aumenta hasta casi 7 en la menopausia”. Un pH vaginal más alto “puede ser más propicio para el desarrollo de infecciones”. El pH del recto, en cambio, “se sitúa en torno a 7. Por ello, se recomienda utilizar un lubricante de pH 3,8-4,5 para uso vaginal y de 5,5-7 para uso anal”.

En cuanto a su composición, “según la OMS la osmolaridad (concentración de sustancias) de un lubricante debería ser inferior a 380 mOsm/ kg para minimizar el daño epitelial, aunque en la práctica se acepta hasta 1200 mOsm/kg”, recuerda Romero Toledo. Esta osmolaridad “suele depender generalmente de la concentración de glicoles y sobre todo de la de glicerol y propilenglicol que no debería ser superior al 8,3% del total, puesto que podría causar alergia”.

¿Lubricante o hidratante vaginal?

Es cierto que muchas personas acuden a la farmacia en busca de lubricantes para problemas puntuales de la zona íntima.

“Estos productos se pueden utilizar en determinados casos en los que haya molestias, sobre todo en la zona íntima femenina, tales como picores, sensación de ardor o quemazón, para mejorar el bienestar íntimo femenino, ya que en muchas ocasiones estas molestias no son causadas por ninguna patología asociada, sino únicamente por la falta de lubricación natural”.

Sin embargo, “en estos casos, la recomendación más adecuada sería el uso de hidratantes íntimos cuyo efecto es más duradero en el tiempo que el de los lubricantes”.

Redaccion Diario de Palenque

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