Feria Internacional del Libro de Monterrey

Lo que no escribo no existe, es como si se lo llevara el viento, lo olvido”. Así describe la escritora chilena-estadunidense Isabel Allende (1942) su relación con la palabra escrita, en una charla que ofreció “en efecto holograma”.

A través de una de las tecnologías de vanguardia, la autora bestseller, cuya obra ha sido traducida a 42 idiomas, reivindicó ayer el poder de la ficción y la magia de contar historias ante cientos de jóvenes en el tercer día de actividades de la Feria Internacional del Libro de Monterrey.

Emocionados por poder conversar con la autora de La casa de los espíritus (1982) a través de una pantalla, los asistentes escucharon atentos a la narradora de 80 años que permaneció sentada todo el tiempo.

La ficción y las cosas fundamentales las escribo en español. La ficción, para mí, es como rezar, como hacer el amor. No me imagino jadeando en inglés”, comentó la novelista que vive desde hace 30 años en California, Estados Unidos.

Quien ha vendido en total unos 73 millones de ejemplares, contó que su relación con la palabra escrita comenzó en su infancia, cuando aprendió a leer a los cinco años. “Crecí en Chile, en el seno de una familia conservadora, católica, en un ambiente muy masculino en la casa del abuelo. No había televisión y al cine nunca nos llevaban; así que lo único que se podía hacer era leer”.

La autora de Paula (1994) y Mujeres del alma mía (2020) dijo que “fuera del deseo y de la necesidad de contar historias no se necesita nada especial para escribir. Yo llegué a escribir en la cocina, en un clóset, en un cuarto pequeño, lo importante es querer hacerlo”, agregó.

Allende confesó que nunca ha vuelto a leer ni volvería a escribir ninguna de sus novelas.

A partir de que se publica ya no me siento dueña de mi obra, ya es del lector. Por eso dejo que los creadores hagan lo que quieran con mis textos, en su adaptación al cine, a la danza o a la televisión”.

Y anunció que está a punto de salir en Netflix la mini serie Isabel, que narra su vida; además de una nueva versión, dirigida, actuada y filmada en Latinoamérica sobre La casa de los espíritus, escrita hace 40 años.