Hablando de historia

Cronista municipal de palenque.

Profesor Agustín Román Álvarez Bolívar.

El Clásico Temprano (250-600 d.C.)

Este periodo tiene como rasgo esencial la aparición en rápida sucesión de las ciudades-estado que dominarán las tierras bajas durante los siguientes cuatro siglos. Si bien varias de ellas como Uaxactún, Tikal y, según investigaciones recientes, Calakmul, ya existían y eran muy importantes en el Protoclásico, otras como Piedras Negras, Caracol, Yaxchilán, El Naranjo, Copán, Palenque  o Toniná, aparecen en diferentes momentos entre los siglos IV y V.

La información acerca de su surgimiento y desarrollo es producto del rápido avance de la epigrafía. No obstante, esta disciplina aún no consigue resolver algunos problemas claves, uno de los más importantes de los cuales es la concordancia entre el registro arqueológico acerca del origen de estas ciudades-estado del Clásico, con un inconfundible origen en el Preclásico.

Con anterioridad se daba por sentado que esta magnífica urbe tenía un poder incomparable durante el Clásico, pero ahora existe la certeza de que tuvo cuando menos un gran rival, Calakmul, y las excavaciones actuales han revelado que también esta ciudad tuvo su origen en el Preclásico.

Sin embargo, a diferencia de Calakmul, Tikal es uno de los sitios mayas explorados durante mayor tiempo y con excelentes resultados, por lo que se conoce virtualmente toda su historia. Su grupo arquitectónico principal, llamado la Acrópolis  Norte ya estaba del todo acabado a finales del Preclásico, al igual que el gran basamento denominado la pirámide del Mundo Perdido.

Las excavaciones de la Acrópolis Norte han sacado a la luz tanto los edificios tempranos con sus enormes mascarones como las tumbas de gran número de sus primeros señores, todos los cuales fueron inhumados ahí.

La arquitectura del conjunto se integra con edificios ceremoniales sobre basamentos decorados con esquinas remetidas y molduras de faldón, ornamentación típica del estilo del Petén central, además de los grandes mascarones de deidades celestes típicos de la  arquitectura temprana.

No obstante, se han descubierto a partir de la exploración de otros conjuntos, que también de esa época datan los primeros ejemplos de basamentos decorados con talud y tablero, estilo de inconfundible procedencia teotihuacana, y que ya se manifiesta hacia el 250 d.C.

En el 292 d.C. se localiza en este sitio la fecha más antigua de Cuenta Larga conocida de indiscutible extracción maya, la estela 29, ya que existe la estela de Hauberg de un siglo anterior, pero su procedencia no es conocida.

La estela 29 está dedicada al gobernante Jaguar Foliado, segundo señor conocido de Tikal a partir del fundador, aunque es ya el octavo o noveno gobernante en realidad, puesto que un señor mencionado pocos años después hacia 305 es nombrado como el undécimo en la línea sucesoria.

Esta primera estela se ha considerado por tradición como el marcador del inicio del periodo Clásico y en ella vemos a Jaguar Foliado portando la típica barra ceremonial con dos cabezas de serpiente en sus extremos y vestido con el complicado traje de los gobernantes mayas.

Sobre él se observa un personaje –con toda probabilidad un antepasado– que recuerda las representaciones olmecas; este tipo de composición y emblemas permanecerán casi inalterados para la representación de los señores durante los siguientes cinco siglos.

Tikal prosiguió su desarrollo durante el siglo IV, al mismo tiempo que aparecían otros señoríos en la zona central como Caracol, al sureste de Tikal, del otro lado de las montañas mayas de Belice, con sus primeros registros dinásticos fechados en el 330 d.C.

Otras ciudades pretenden remontar el inicio de sus dinastías a este siglo, como el caso de Piedras Negras y Yaxchilán, en las orillas del río Usumacinta; sin embargo, en esas urbes no se han encontrado registros contemporáneos de sus pretendidos primeros gobernantes.