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Una tradición por generaciones

 Una tradición por generaciones

Como cada año, Manuela Ovando honró a sus seres queridos que ya descansan, manteniendo vivo el Día de Muertos.

Gustavo Laines: Palenque

Para los mexicanos, las primeras fechas de noviembre son tan significativas, que se han vuelto toda una atracción para el resto del mundo, debido a los colores, olores y sabores que trae consigo, además, del gran peso cultural que posee.

En estas fechas, se acostumbra a honrar a los familiares que ya no se encuentran en este mundo, cada uno de diferente manera, pero sin duda alguna, el altar es lo principal en cada hogar mexicano.

Manuela Ovando Castellanos, una mujer originaria de Pichucalco, Chiapas, enseñó para Diario de Palenque, la forma en la que acostumbra a honrar la memoria de quienes se han ido, la cual dice, es una tradición que le han inculcado por generaciones en su familia.

Antes de la llegada del día primero de noviembre, Ovando Castellano, se prepara meses antes para recibir a sus familiares fallecidos y, sobre todo, a quienes años tras año acostumbran a asistir a sus ya conocidos rezos.

En compañía de sus familiares y habitantes de la localidad, llevan a cabo las plegarias religiosas, para después, realizar actividades varias, tanto para los más pequeños, como para los padres de estos.

Piñatas, dulces, tamalitos, café y champurrado, son los elementos que acompañan esta celebración en la cual todos y cada uno de los habitantes de la localidad, son bienvenidos, sin excepción alguna.

Manuela Castellanos, asegura que, para ella, este tipo de eventos no significan un gasto, pues su mayor satisfacción es poder darle a los niños un día especial en el cual puedan divertirse y comer muchos dulces.

Así mismo, dijo, el acto de romper piñatas y entregar dulces a los pequeños, es un acto simbólico en respeto a los espíritus de los niños que han perecido, los cuales, afirmó, también “bajan” para divertirse.

Estos rezos los realiza las fechas uno y dos de noviembre, de cada año, desde hace poco más de 30 años, por lo que los habitantes del poblado Arena de Hidalgo, Tenosique, Tabasco, ya lo han hecho parte de sus tradiciones.

Redaccion Diario de Palenque

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