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Crónica de una entrevista erótica

 Crónica de una entrevista erótica

En diversas modalidades la venta de contenido sexual, implícito o no, deja ganancias para quienes se dedican a ese medio.

Isidro Gómez de la Cruz: Palenque

A sus 26 años de edad, Nora Aguilar obtiene ganancias de hasta 20 mil pesos mensuales por enviar fotografías suyas con contenido erótico a través de las redes sociales. Asegura que no realiza desnudos y no ofrece servicios sexuales.

Tarde apacible que invitaba a una agradable e interesante plática con nuestra entrevistada que, puntual a la cita, llegó al lugar acordado para luego de un “hola, gusto en conocerte, espero no haber llegado tarde”, tomó asiento para iniciar la conversación.  

Originaria de Tabasco, Nora Aguilar estudia las carreras de Derecho y Psicología. Es la mayor de tres hermanos; su padre es ateo de nacionalidad española y su madre es mexicana seguidora de la Santa Muerte.

De atractiva figura, tez blanca, rostro angelical y con facilidad de palabra, Nora Aguilar -mientras desliza su mano derecha sobre su larga cabellera-, nos confiesa que al igual que su padre, es atea con firmes convicciones.

DESEADA POR LOS HOMBRES

Su vestido ajustado de color amarillo, resalta su perfecta figura, despertando la atención de los hombres, acción que dijo, le fascina y aprovecha para ofertar sus fotos en las redes sociales sin llegar, aseguró, a lo grotesco y vulgar.

“De cierta forma, me gusta que me digan preciosa, bonita o hermosa, pero de ahí, nada más; no vendo desnudos totales, sólo eróticos; estudio el tercer semestre de Psicología y el primero de Derecho”, nos dijo mientras de nuevo se acomodaba su cabellera y cruzaba sus largas y torneada piernas.

Ante la pregunta de por qué vendía sus fotos eróticas en redes sociales, la joven universitaria, señaló acompañada de una agradable sonrisa: “porque me gusta y por diversión”.

FAMILIA LIBERAL

Tomamos café mientras continuaba la conversación que para ese momento, ya era más fluida y con mucha confianza.

Los hombres mayores de 30 años casados y solteros, son quienes le compran sus fotos con un valor de 100 pesos cada una, esta actividad, dijo realizarla desde hace dos años con el conocimiento de su familia de la cual dijo, es muy liberal.

“Mi familia lo sabe, somos liberales, le piden que me cuide y además, tampoco hago encuentros sexuales si nada de eso, por cierto –aseveró con una sonrisa-, no tengo novio jajaja”.

MUJERES

Las mujeres también entran en el catálogo de clientes de Nora, la diferencia según nos confesó, es que ellas son quienes le envían fotos de desnudos totales.

“La mujeres son diferentes, sí hay alguna que otra que te habla, pero son normalmente ellas quienes te mandan fotos”, nos dijo mientras nos revelaba que algunos hombres le envían fotos mostrando sus genitales, “yo les respondo con fotos de otros para que se apliquen”.

PAGO POR SERVICIO

De su vestido ligeramente escotado, se asomaban tímida o provocativamente, parte de sus pechos; sonreía, y con una pausa que se hacía eterna, nuevamente cruzaba sus blancas e inquietantes piernas mientras respondía a mis preguntas.

Sobre el pago por sus sesiones de fotografía, Nora señaló que es a través de un depósito bancario, ella comprueba el pago realizado y envía las fotos previamente acordadas con el cliente.

SIN SECRETOS

Ante una posible relación amorosa, la estudiante de Derecho y Psicología sostuvo que a su pareja sentimental no le ocultaría su actividad.

“Creo que de eso se trata la confianza, no andaría con un hombre machista que no le guste lo que hago, porque posiblemente me pegaría; necesito un hombre que sea realmente seguro de sí mismo y de mente abierta”, puntualizó.

Dijo no tener miedo que en lo futuro, de ser necesario, platicarle a sus hijos, la actividad que desarrolla actualmente.

La conversación llegó a su fin, antes de retirarnos se acercó para decirme al oído, “si algún día te sientes atraído y quieres ver fotos mías, ya sabes cómo puedes hacerlo”.

Nos despedimos con la promesa de tener una nueva plática, se alejó del lugar mientras su esbelta figura avanzaba cadenciosamente para perderse entre la gente; yo me quedé pensando en la oferta de esa joven universitaria de 26 años que vende sus fotos eróticas en las redes sociales.     

Redaccion Diario de Palenque

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