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Tren Parlamentario

Dos delitos que agobian al país desde hace décadas, dijo Andrés Manuel López Obrador ayer en su conferencia, comenzaron a ser combatidos con furor por el gobierno federal: el huachicoleo y las facturas falsas. Y de inmediato el Congreso de la Unión a través del Senado de la República se hizo eco, cuando en voz de Ricardo Monreal –presidente de la Junta de Coordinación Política- ha asegurado que “respalda la cruzada que el gobierno ha emprendido contra aquellos que hacen negocios vendiendo facturas falsas, contra los que dañan al erario público evadiendo impuestos y contra los que se benefician por el robo de hidrocarburos”.
Incluso Monreal dijo que por fin un presidente de la Republica “se atreve a denunciar y desnudar que al propio interior del gobierno existían estas prácticas ilegales”.
El senador zacatecano se refirió a mediodía lo que, por la mañana, el presidente López Obrador había dicho, de que unas 600 pipas de 15 mil litros de combustibles son robadas diariamente.
López Obrador, en su conferencia matutina, había dicho también que desde la noche anterior, soldados del ejército y la marina mexicanos tomaron instalaciones estratégicas de Petróleos Mexicanos en todo el país, luego de que –en lo que va de su sexenio- ya fueron detectados al interior de la empresa paraestatal toda una organización criminal; la organización “de un Pemex pirata; dual”, abocado a robar y robar gasolinas.
Dijo el presidente de la República: “Tenía pensado incluso esperarnos por estos acontecimientos lamentables de Puebla, pero ya no aguantaba. No podía yo estar con una información de esas características sin transmitirla a la gente”.
Continuó López Obrador: “La mayor parte de mexicanos no tenía idea clara del monto de lo robado”.
Y entonces la denuncia presidencial: “Hay la hipótesis de que era una cortina de humo lo del huachicol, lo de la ordeña de los ductos, porque el robo de combustible se fraguaba desde el interior de la empresa. Se sostiene en hipótesis que del robo de hidrocarburos, sólo el 20 por ciento se da fuera, y el 80 por ciento, dentro”.
El presidente de la República agregó: “Por eso la intervención en Pemex para evitar este robo, estos ilícitos. Y así también adelanto que vamos a actuar en el caso de las facturas falsas, de la doble facturación. Es también una gran evasión fiscal. Tengo confianza que el país saldrá adelante. Va a haber progreso, con justicia, porque vamos a terminar con la corrupción dando el ejemplo”.
Apostilló entonces López Obrador: “Hay un sentir abajo, en el caso del huachicol: Quienes están abajo se preguntan que ‘por qué no lo hacen ellos si los de arriba se dedican a robar’. Pues eso se termina. No habrá huachicol ni arriba ni abajo, y todos a portarnos bien”.
La declaración presidencial tuvo un eco en el Senado de la República, horas después, cuando Ricardo Monreal Ávila sostuvo que aquellos dos delitos “han causado un grave daño a las finanzas del país”.
Y puso Monreal los números: “Esos dos delitos generan cerca de 200 mil millones de pesos al año, pues un gran número de empresarios utilizan esta vía ilícita para evadir impuestos”.
Y es grave, reiteraba su dicho Ricardo, “porque dentro del Servicio de Administración Tributaria hay funcionarios y empleados que toleran este tipo de prácticas que ha sido muy común en los últimos sexenios”.
En la misma conferencia, López Obrador tiró con la zurda una pichada al Congreso de la Unión, cuando dijo que esperará una posible reforma al artículo 35 constitucional para someter a consulta a la población “si los ex presidentes de México deben ser castigados por permitir actos de corrupción, como el robo de combustibles”.
Esto lo dijo en abono de lo que había asegurado un minuto antes, de que al menos desde Vicente Fox los presidentes de la República habían tenido conocimiento del delito del huachicoleo al interior de Pemex.
López Obrador expresó: “Empezando desde arriba, si no sigue la simulación”. Y preguntó: “¿Ustedes creen que un director de Pemex actuó en el caso de que se cometió un ilícito por su cuenta? Miren, en el país un negocio jugoso ilícito siempre lleva el visto bueno del presidente, lo mismo en los estados, para qué echarle la culpa nada más al de obras públicas”.
Y fue cuando aseguró que “desde el sexenio de Vicente Fox, el gobierno tenía conocimiento del robo de hidrocarburos; (pero) no se intervino para detener dicha práctica”.
Y al no decidir intervenir, entonces –dijo el presidente de México- se incrementó el delito. Y esto motivó que se haya decidido intervenir Petróleos Mexicanos con ayuda del ejército y la marina, “para inhibir desde adentro el robo de hidrocarburos”.
Hay sin embargo, en la declaración de ayer de López Obrador la insistencia de no fincar responsabilidades penales a quienes han robado gasolina por cantidades astronómicas, capaces de presupuestar a instituciones de peso completo como la UNAM, o programas sociales de gran calado en su conjunto.
Esta insistente posición de Andrés Manuel de no castigar a nadie de los pasados sexenios, a pesar de las evidencias bestiales de gran corrupción, comenzó a acarrearle críticas inmediatas en las redes sociales, que él tanto sigue.
Desde principios de diciembre, se ha hecho mención en los territorios del Senado de la República que en febrero próximo tendría que ser reformado el 35 constitucional. Este 2018 fue un año candente; el 2019 pinta igual. Veremos.

Redaccion Diario de Palenque

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