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¿Qué hace Monsanto en el gabinete de López Obrador?

El virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, se reunirá hoy con una delegación de funcionarios del gabinete de Donald Trump, encabezado por Mike Pompeo, secretario de Estado.

Lo hará con el aura de un triunfo contundente e histórico.  Pero también, en sus alforjas, irán aupadas algunas críticas que han comenzado a arañarle la enorme credibilidad que ha demostrado tener todo estos años el tabasqueño.

He aquí algunos ejemplos de cómo gente que lo apoyó ahora le ha comenzado a hacer observaciones, sino es que críticas y hasta reclamos.

Ayer, en los territorios del Congreso de la Unión, trascendió que hubo cuando menos un grupo de 20 diputados que –en su reunión con el presidente electo, anteayer- le pidieron considerar que sí considere bajar el precio de las gasolinas a partir de que asuma la presidencia de la República, el próximo 1 de diciembre, por la simple y sencilla razón de que muchos de ellos, los ahora diputados y senadores electos de Morena, Pt y Pes, estuvieron prometiendo a la gente que los precios de las gasolinas y el diésel sí bajarían en caso de ganar Andrés Manuel López Obrador.

En este caso particular de las gasolinas y el diesel, nunca quedó lo suficientemente claro qué ofrecía o prometía realmente López Obrador: si parar solamente los gasolinazos o si los bajaría.

Ahora, en esta semana llena de frenesí, el equipo de Amlo ha reiterado que sólo pararán los gasolinazos, pero los precios irán indexados a la inflación. Y que dichos precios comenzarán a bajar, sí, pero a partir del cuarto año de gobierno, cuando estuvieran echadas a andar las dos nuevas refinerías prometidas y también las seis refinerías existentes,  cuya productividad fue mermada por Fox, Calderón y Peña con toda la mala leche que, de sobra, demostraron éstos tener.

Y algo más que debe López Obrador aclarar es si los gasolinazos quedarán congelados el 31 de noviembre próximo, y a como queden, porque es ominoso cómo, ahora que estamos llegando a mediados de julio, ya el precio de la Premium roza los 20 pesos con 40 centavos en tanto que la Magna y el diésel galopan muy cerca, entre los 19:45 y 19: 60.

Al paso que van los precios no sería difícil vaticinar que el 31 de noviembre estarían rozando los 22 o hasta los 23 pesos. Y si fuese así, ¿entonces quedaría allí el precio de los combustibles, como gente del PRI y PAN auguraban desde mediados de mayo que ocurriría pasando las elecciones?

Si ocurriera así, López Obrador debe saber desde ahora que sería una mentada de madre absoluta a la gente su parón de gasolinazos.

Este viernes 12, en Oaxaca, un grupo de campesinos organizados en torno de 20 organizaciones –según información publicada en el portal del semanario Proceso-, han exigido a Andrés Manuel López Obrador que “destituya anticipadamente” a Víctor Manuel Villalobos como secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) porque su perfil no es el de un hombre comprometido con la gente de a pie del campo, sino “un defensor del modelo neoliberal agroindustrial que ha degradado el medio ambiente”.

E incluso –de acuerdo con Pedro Matías, autor de la nota- dichas organizaciones “aglutinadas en Espacio Estatal en Defensa del Maíz Nativo de Oaxaca’ pidieron ‘congruencia’ al tabasqueño, así como el cumplimiento de los compromisos firmados en el Plan de Nación para el Campo”.

A Villalobos, desde los tiempos recientes de la campaña, le han tenido desconfianza en muchas partes del país, y es a él a quien diputados federales del PRI y PVEM lo han relacionado con Monsanto, adonde trabajó.

Y Monsanto no es cualquier cosa: es una empresa que en todo el mundo fue denunciada como la creadora de miles de productos agroquímicos que han contribuido a contaminaciones sin nombre. Y ha sido también promotora de modificaciones genéticas en las plantas inaceptables en muchos países, entre estos Estados Unidos, que han recalado en graves daños a la vida en sus cuatro manifestaciones: humana (cáncer en distintas modalidades), animal y vegetal; y el suelo y el subsuelo.

Un dato más de los campesinos oaxaqueños, según la nota de Proceso: “Villalobos también impulsó en 2004 la aprobación de la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados, denominada ley Monsanto. Y después de haberse dado a conocer su posible nombramiento declaró que los transgénicos ‘son una tecnología que va de salida, hoy hay tecnología de otra índole que está superando a los transgénicos”.

Y el apostille de los demandantes: “Lo que se necesita, es una política que apoye al campo y a los campesinos, fomente la agroecología, proteja y construya la soberanía alimentaria, fije precios justos para sus comunidades y no un modelo empresarial maquillado y dictado por los intereses del gran capital que quiere controlar el sistema agroalimentario mexicano y mundial”.

Otro asunto choca con la presidencia electa: el de la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. Ayer, un grupo de pobladores de San Salvador Atenco –el pueblo texcocano colindante con la construcción aquella- se plantaron a las fueras de la oficina de Amlo (donde hoy se reunirá con los gringos) para entregarle una carta en la que le hicieron un reproche: ¿por qué no se ha reunido con ellos, los pueblos originarios, para pedir opinión, y, en cambio, ya se ha reunido con los privilegiados de siempre, los empresarios, para hablar del destino del nuevo aeropuerto?

Los atenquenses pidieron ayer a Amlo que cancele las obras del NAIM, como prometió en campaña.

Redaccion Diario de Palenque

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