Presión política y militar la estrategia de EUA hacia México

El presidente Donald Trump anuncio y firmo en días pasados una proclama para que la Guardia Nacional se despliegue en los límites de la frontera norte con México y con ello militarizarla, bajo el argumento y pretexto de contener el flujo migratorio de centroamericanos y mexicanos que ingresan a diario por la gran frontera a los Estados Unidos en busca del llamado sueño americano y mejores oportunidades para el crecimiento económico y bienestar propios y de sus familias.

No resulta extraño las acciones, declaraciones y reacciones de Trump hacia nuestro país, de hecho, el nacionalismo norteamericano o nacionalismo estadounidense desde muchos años atrás se ha caracterizado por despreciar a la comunidad latina y por mirar con indiferencia a los mexicanos, esa ha sido la naturaleza del “auténtico gringo”, el sentimiento de superioridad de los vecinos del norte se funda en su cultura de su supuesta superioridad racial, que no son más que actitudes neo-conservadoras en plena época de la modernidad, evolución tecnológica y globalización que tanto pregonan, presumen e imponen a los demás países pequeños.

Los mexicanos y el resto de Latinoamérica hemos padecido un maltrato constante y sistemático de parte del gobierno de Estados Unidos y sus respectivos presidentes, quienes han implementado desde la Casa Blanca una política de hostilidades contra nuestro país y aquellos países hermanos, desde luego, ese trato indiferente, indigno y prepotente de EUA a México ha sido llevado a cabo y permitido en complicidad por los gobiernos mexicanos, quienes han mostrado desde siempre una conducta pasiva de total servilismo y sometimiento a las decisiones que se toman desde Washington, padecimos una presidencia y administración nefasta, prepotente y bélica de George W. Bush, durante 8 años, ya que gobernó EUA en dos periodos,  en consonancia con Bush, en México nos gobernaba un pelele e ignorante llamado Vicente Fox Quesada, quien su mejor atributo ha sido ser una persona de alta estatura, porque como mandatario nacional resulto ser un completo fracaso y vergüenza nacional, Fox sirvió como tapete de limpieza de las decisiones de Bush, basta con recordar que el tema de la construcción del muro fronterizo no es una ocurrencia del actual presidente Trump, Bush en el año 2006 firmo la Ley Muro, en la que autorizaba la construcción de un doble muro a lo largo de la frontera sur estadounidense, lo que sucede es que hasta ahora se están llevando a cabo todas las acciones ejecutivas para la construcción de tan famoso muro fronterizo.

Le sucedió a Bush, Barack Obama, quien resultó electo presidente de los Estados Unidos en 2008 y tomo posesión en el año 2009, debo reconocer que por los orígenes étnicos de Obama, se crearon grandes expectativas en muchos países de Latinoamérica, muchos pensamos y me incluyo, que con el nuevo gobierno de Obama, por su origen afroamericano y surgido de las filas del partido demócrata nuestro país recibiría un trato respetuoso, se mejorarían las relaciones diplomáticas sobre la base del respeto a los derechos humanos, culturas e idiosincrasias, pero sin embargo, en los hechos y conforme fuimos testigos de la administración de Obama, las grandes y muchas expectativas que se crearon entorno a él se fueron diluyendo a medida que implemento las mismas políticas antiinmigrantes que sus antecesores, mostrando desprecio por la comunidad latina, ejecutando medidas coercitivas y discriminatorias, continuando la guerra en Irak, Afganistán, Siria y Oriente Medio, desde luego, a Barack Obama nos lo vendieron como un excelente producto político innovador, capaz de terminar con el sentimiento gringo nacionalista de superioridad racial, que fuese capaz de tender lazos de amistad y cooperación con México, Latinoamérica y el mundo, sencillamente, en el fondo de los hechos Obama represento los mismos intereses enquistados en Estados Unidos, aquel de ser un imperio económico, militar y político, que avasalla y corrompe gobiernos de países pequeños  y vecinos, Obama jugo el papel político de una noble y tierna oveja, siendo su verdadera identidad la de un verdadero yanqui, quienes tienen la clásica cualidad e identidad de imponer a cualquier precio y consecuencias los intereses de EUA por sobre los demás países, aun así tengan que desestabilizar política y jurídicamente a cualquier nación que se interponga.

En la campaña presidencial estadounidense de 2016, para elegir al que sería el presidente numero 45° de los Estados Unidos de Norte América, se postuló por el Partido Demócrata Hillary Clinton, y por el Partido Republicano el empresario Donald Trump, como ya conocemos la historia y desenlace resulto ganador y electo presidente el empresario Trump, una persona que desde las campañas primarias (internas del partido republicano) se notaba intolerante, déspota, conservador y reaccionario, desde luego, sin olvidar el sentimiento antimexicano que mostro desde el inicio de las campañas hasta la actualidad como presidente en funciones. No resulta raro pensar que públicamente un presidente de Estados Unidos, exprese en actos públicos oficiales un desprecio total por los mexicanos y nuestros origines latinos, reafirmo, esa es la naturaleza del “yo interno” del auténtico y verdadero gringo, tienen un problema existencial con la superioridad de la raza blanca sobre la raza de color, notoriamente los gringos sufren de una enfermedad mental, que se caracteriza por ese sentimiento que guardan y externan de ser los únicos con derecho a vivir y gozar de las maravillas de este planeta, hasta sienten poseer el derecho divino de destruir el planeta en el que todos y muchos pueblos del mundo habitamos.

Ahora van a militarizar la frontera por orden de Donald Trump, una ofensa más al pueblo mexicano y los demás países centroamericanos que por necesidad se ven con la obligación de emigrar a un país en busca de una mejor vida, para sí mismos, para sus hijos, mujeres y familia en general, a pesar del maltrato que sufren en Estados Unidos, los migrantes en su mayoría conservan la firme convicción de trabajar durante jornadas agotadoras con tal de mejorar su vida, es de reconocer el sacrificio humano de cada paisano y hermano centroamericano que decide irse a trabajar a aquel país.

Lo cierto es que podrán construir muros, militarizar la frontera y ejercer medidas más coercitivas contra la comunidad migrante, pero nunca van a detener el flujo migratorio, porque es un fenómeno social incontenible, puede haber mayor control y quizá ese sea su objetivo, pero erradicar el flujo migratorio es una tarea imposible, ya que siempre encontraran los migrantes las formas de cruzar la frontera, el nuevo gobierno mexicano que resulte electo el 1° de julio de 2018, tendrá la enorme tarea de recuperar la dignidad perdida en este año y desde hace mucho tiempo frente a los gobiernos estadounidenses, los mexicanos debemos hacernos respetar y no dejarnos intimidar con declaraciones y acciones de EUA, México a pesar de que es un país pequeño en comparación con el imperio hegemónico que representa Estados Unidos, también tiene formas de responder las agresiones políticas, comerciales y financieras, los norteamericanos también dependen en gran medida de las muchas materias primas que desde México se exportan a su país para su consumo interno, de México los estadounidenses se han servido con la cuchara grande para su beneficio económico, pero todo dependerá de elegir como Presidente de México a la mejor persona que represente capacidad de diálogo, negociación y la firme voluntad de no dejarse intimidar por quien gobierne el país del norte, debemos elegir como presidente a la persona que tenga la calidad moral y política para enfrentar con inteligencia y estrategia las agresiones políticas de EUA, quien gobierne México debe tener el carácter de defender la soberanía nacional, carácter, determinación y convicción en que prevalezca nuestro orgullo nacional, es el principal atributo que debe mostrar quien gobierne los próximos seis años.