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Retos laborales del futuro

De los datos ofrecidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se desprende que los trabajadores mexicanos laboran en promedio 48 horas más que la media mundial. Lo peor —de manera paradójica— es que, si bien los mexicanos trabajan más, no son los más productivos y tienen los salarios más bajos del mundo occidental.

La importancia de conocer estos datos es que ellos imponen una obligada reflexión en torno de los derechos de los trabajadores en México. Y es que los derechos laborales son parte fundamental de los derechos sociales, cuya conquista fue una de las principales causas que se plasmaron en la Constitución de 1917 después de la Revolución.

El año pasado se publicó en el Diario Oficial de la Federación una reforma a la Constitución en materia laboral que contiene diferentes aspectos que impactarán los derechos de los trabajadores en nuestro país.

Como ha sucedido en otras reformas constitucionales, el Congreso se impuso la obligación de elaborar las normas reglamentarias en un tiempo determinado y lo ha incumplido.

A pesar de que las instituciones académicas no fueron convocadas para opinar sobre la reforma, una vez que ésta ha sido aprobada, existe la obligación de analizarla para explicarla a los estudiantes. Dentro de los trabajos del Colegio de Profesores de Derecho del Trabajo de la UNAM se han llevado a cabo discusiones y reflexiones respecto de las repercusiones a la justicia laboral que se desprenderán de esta enmienda a los artículos 107 y 123 de la Constitución.

En opinión de los laboralistas, los cambios aprobados pueden llegar a afectar la ya frágil estabilidad de los trabajadores en el empleo al desvanecer el procedimiento de rescisión, con lo cual se dejaría a los trabajadores en estado de indefensión y puede propiciar un modelo de “despido libre”.

Se dice también que se estimula el avance de la figura conocida con el nombre de “outsourcing total”. Este modelo de negocios que no requiere de gran inversión para establecer empresas que se dedican a subcontratar trabajadores para ponerlos al servicio de los patrones, sin que éstos tengan que soportar la carga laboral.

El outsourcing sin límites está comprobado que es una forma de evasión fiscal y de cuotas sociales al seguro social, en detrimento de la protección social que debe brindar el Estado, así como de la seguridad de los propios empleados y conduce a generar una franja de trabajadores esclavizados.

Un aspecto más a considerar es que tampoco observan formas para superar los bajos salarios que han venido perdiendo valor adquisitivo de manera constante desde 1982, debido a los topes oficiales.

En el plano de los derechos colectivos, la reforma establece mayores requisitos para la formación de nuevos sindicatos y para el ejercicio de la libertad, autonomía y democracia sindicales, lo que violenta la convencionalidad suscrita por México ante la Organización Internacional del Trabajo y puede significar un detrimento de lo ya conquistado en materia de derechos de los trabajadores, además de violentar el principio del derecho humano de la progresividad.

La reglamentación e implementación de la reforma laboral parece que va a quedar pendiente y le va a corresponder al nuevo gobierno sopesar sus posibles impactos y complicaciones.

Como Corolario la frase del maestro José Dávalos Morales: “El trabajo dignifica al ser humano, es reflejo de la persona; por esta razón el trabajo ha de respetarse en todas sus modalidades”.

Redaccion Diario de Palenque

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