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¿Continuidad al neoliberalismo?

Por: Julio César Torres

Para ningún mexicano resulta desconocido que desde hace más de 40 años los organismos financieros internacionales llámese Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, a propósito del nuevo orden mundial denominado “globalización” le impusieron a México un modelo económico conocido como neoliberalismo o nuevo liberalismo, básicamente es una versión actualizada a la presente época de la doctrina económica propuesta por Adán Smith, para no abundar mucho sobre esta teoría, explico en concreto que el liberalismo es una doctrina económica en la que se propone que la única forma de alcanzar el desarrollo económico y la eficiencia en la asignación de los recursos públicos es a través de un mercado libre sin la intervención del Estado o bien con la intervención más mínima de este último. ¿Pero a que se refiere la doctrina del liberalismo económico cuando menciona que el Estado no debe intervenir en el desarrollo económico de una nación? Precisamente, esta es la principal característica de esta doctrina económica, defiende la postura de que el Estado no debe intervenir en los asuntos económicos, comerciales y financieros de una nación, debe existir una desregulación en el marco jurídico nacional en beneficio de inversiones nacionales y extranjeras y debe haber una disminución de las contribuciones fiscales en beneficio del sector empresarial, en esencia esto es lo que significa el neoliberalismo económico.

En México vivimos una etapa neoliberal a partir de los años 80´s, pero se intensifico a partir del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, cuando el Estado Mexicano era solido en lo político y económico, pues se contaba con poco más de mil empresas públicas mexicanas. A partir de este sexenio se empezó por un proceso de privatización de las empresas públicas; Ferrocarriles Mexicanos, Telmex, Imevisión (hoy Tv Azteca), Banamex, Calmex, Dina, Bancomer, Multibanco Comermex, Serfin, Aeropuertos, empresas Siderúrgicas, las minas bajo el control de empresas canadienses y las últimas empresas fuertes del estado como CFE y PEMEX privatizadas a partir de la reforma energética aprobada en 2013. De modo que si los ciudadanos leemos muy someramente de que trata la teoría económica del liberalismo económico con el proceso de privatización que se inició en México desde 1988 hasta la actualidad, la gran mayoría podríamos concluir que nuestros gobernantes han estado de acuerdo junto con los partidos políticos en el poder en desmantelar el poderío político y económico que en algún momento caracterizo a México, la política de los partidos que nos han gobernado ha sido muy sencilla privatizar todas las empresas públicas y vendérselas a empresarios nacionales y extranjeros a muy bajos costos, casi a precio de remates.

Transparencia

La gran interrogante que debemos hacernos los ciudadanos hoy en día y en vísperas de las elecciones presidenciales es si estamos conformes con que el modelo económico neoliberal actual continúe vigente en nuestro país o estamos a favor de cambiar por otro modelo más acorde a las necesidades económicas y sociales de México, la continuidad del neoliberalismo en gran medida dependerá si los votantes deciden que el PRI se mantenga en el poder seis años más o si deciden que quienes deben regresar al poder para gobernar sea el PAN, el modelo neoliberal actual solamente ha generado que todos los servicios que los ciudadanos requieren sean de carácter privado y muy caros, por cierto, hasta los servicios de salud la gran mayoría de los ciudadanos se ve en la penosa necesidad de recurrir a médicos y hospitales privados ante la precaria situación de padecen las instituciones públicas de salud y la ineficiencia que las viene caracterizando.

Estamos en momentos definitorios si continuamos con un modelo económico que nos viene empobreciendo de forma voraz con los servicios y productos a precios elevados, con alzas en las contribuciones, impuestos y derechos principalmente y para colmo de males, padecemos un salario de burla ante la vida cotidiana de muy elevado costo, debemos transitar hacia una mejor calidad de vida como sociedad y en lo individual, sin duda, esa es la verdadera exigencia de los ciudadanos, que existan empleos bien pagados y para la mayor parte de los ciudadanos preparados con carreras técnicas y universitarias, para ello, se debe dejar por un lado la política neoliberal que impera desde hace más de 40 años, es urgente volver a fortalecer al Estado, que recupere la rectoría económica nacional, que regule con mayor rigor las actividades económicas y comerciales en beneficio de los ingresos públicos no en beneficio de intereses particulares, el desarrollo económico nacional no se alcanzara separando al Estado de los empresarios nacionales y extranjeros, como ha venido sucediendo. El verdadero desarrollo económico es aquel donde el Estado Mexicano es el primer obligado en garantizar que habrá crecimiento económico vertical y horizontal, es decir, se fortalecerán las estructuras estatales pero también habrá distribución de riqueza en cuanto a servicios y derechos públicos; mejores servicios de salud y acceso universal, mejor educación y mejores maestros con planes de estudio actuales, incentivar el deporte nacional, invertir en ciencia y tecnología, en suma, generar activos en los sectores y campos del conocimiento y productivos para que la economía nacional interna se vuelva a fortalecer.

En México necesitamos un modelo económico nacional y acorde a las necesidades de los mexicanos y las distintas demandas internas de nuestro mercado, debemos optar por lograr una autosuficiencia en materia alimentaria y energética, porque el sector agroindustrial y energético son una opción real de crecimiento económico, que además de generar empleos directos ayudara a reactivar la economías locales y en consecuencia la nacional, el sector energético y petrolero es clave para el desarrollo nacional y la independencia económica y soberanía nacional, que se entienda, no se trata de pelarse con el capital privado nacional y extranjero, sencillamente, que las políticas económicas que nos imponen desde los organismos internacionales estadounidenses no van en la misma sintonía con los intereses de los mexicanos y en ese sentido el nuevo gobierno federal que resulte electo en 2018, tendrá el grandísimo reto de encauzar las exigencias sociales de los mexicanos en políticas públicas que nos beneficien y que los cambios en el corto plazo se empiecen a percibir en la economía de cada familia mexicana, con un empleo y salarios signos y suficientes.

Sencillamente de lo que estamos hablando es que los mexicanos nos merecemos elegir a nuestros gobernantes y que la decisión tomada sea respetada, en ese orden tendremos un gobierno que goce de credibilidad y legitimidad, y desde luego, a partir de allí, que las decisiones que se tomen sean las que vayan en la misma congruencia con las necesidades del pueblo mexicano, no merecemos un gobierno que acate recetas o recomendaciones de países extranjeros en perjuicio del bienestar mexicano, el neoliberalismo del PRI y PAN ha caducado y no debe continuar vigente, sencillamente porque ya nos ha empobrecido demasiado y ocasionado que el desarrollo nacional se atrase y sigamos viviendo en el estancamiento político, económico y social.

Redaccion Diario de Palenque

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