Policía chiapaneco se encuentra recluido en Nayarit por fuga del Chapo

Familiares del policía federal chiapaneco Luis Alberto Aguilar, actualmente recluido en un penal de máxima seguridad en el estado de Nayarit, por el delito de “Omisión en la activación del Código Rojo”, durante la fuga del capo Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, del penal de máxima seguridad CEFERESO No. 1 Altiplano en Almoloya de Juárez, en julio de 2015; exigen justicia para que se lleve debidamente el proceso, conforme a la legalidad que corresponde a cada uno de los involucrados.

Horas después de la fuga del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, la noche del 11 de julio de 2015, un total de 12 policías federales encargados del área de video vigilancia de las estancias carcelarias del penal del Altiplano; fueron citados en calidad de testigos por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), no obstante, ahí les notificó que se encontraban como “indiciados”, por lo que desde ese momento, fueron “privados de su libertad” durante 72 horas, sin permitirles comunicarse con sus familiares quienes –hasta ese momento- desconocían del paradero de los elementos federales.

Fuga “desde afuera”
De acuerdo a la declaración de Rocío Figueroa, hermana del policía involucrado, declaró que el delito de omisión en la activación del “Código Rojo” que le imputan (a Luis Alberto y a 11 federales más), “ocurrió desde mucho tiempo antes y desde mucho más arriba, porque la fuga de “El Chapo” se dio desde afuera y con alcances más allá de lo que le imputan a los monitoristas”.
La defensa establece que el área de videovigilancia de las estancias carcelarias del penal de máxima seguridad del Altiplano actuó en tiempo y forma, conforme al protocolo, sin embargo, la distancia entre el área de monitores y el área de celdas, conocida como “Los Diamantes” es de –aproximadamente- un kilómetro, por lo que debieron trasladarse hasta la “celda 20”, de donde ya se había fugado el “Chapo Guzmán”.

Agregó que, “los mismos carcelarios declararon que se escuchaban ruidos de construcción (del túnel) en el Penal, por ello, la omisión no se da en la fuga, sino desde mucho antes, desde que empezaron los trabajos; y desde mucho más arriba”.

Presión por trato justo

Rocío Figueroa citó que son muchas las irregularidades y las violaciones a los derechos humanos de los elementos federales que se encuentran recluidos en un penal de máxima seguridad, toda vez que “no están sentenciados, sino bajo un proceso jurídico, en investigación, pero son tratados como sentenciados, en cuanto a la alimentación y en el trato, por lo que hemos ejercido presión a los organismos de derechos humanos para garantizar un trato justo a los elementos de la Policía Federal, quienes no son más que ‘chivos expiatorios’ que con premura inculparon a gente inocente por la presión mediática, social y política”.

Incluso los videos presentados fueron violados, ya que alguien de la PGR filtró las imágenes en las que pusieron audio y editaron fechas, pero los encargados del monitoreo no escuchaban nada, sólo hacían vigilancia de video sin sonido, toda vez que los únicos que contaban con audio y video eran la PGR y la SEIDO.

Fuga fraguada con demasiada meticulosidad y mucha logística

Da la casualidad que, por esas fechas de la fuga de “El Chapo” en el Altiplano, se tenía la “impactante” noticia de que el agua de Cutzamala se estaba secando, por lo que justamente se iniciaron trabajos de excavación; y exactamente afuera del penal estaban abriendo un “zanjeado” tremendo, lo que la explicación que se da del por qué estaban desconectados los sensores de vibraciones, es que: estaban apagados porque había mucho ruido afuera.
Es decir, las mismas autoridades apagaron el sistema de sensores de vibración en el penal porque las excavaciones que se estaban haciendo debido a que se estaba secando el agua de Cutzamala, “entonces todo esto fue planeado, ellos son chivos expiatorios y la omisión vino desde arriba, todo se especificó y está en el expedientes de los 12 policías federales detenidos”.

En su oportunidad, don Fernando Figueroa Figueroa, padre del policía Luis Alberto Aguilar comentó que -desde entonces- su familia pasado por muy malos momentos, “porque ¿quién se espera algo así?, porque una vez que empieza el calvario, la familia se moviliza, nunca pensamos vivir algo así, como ahora sucede. Debido al problema hay “fracturas” al interior de la familia, el martirio y un desgaste emocional del que hasta la fecha no hemos podido recomponernos, pues tenemos que prestar atención a esta situación, para poder visitarlo y apoyarlo hasta allá donde se encuentra, en un penal de Nayarit”.

Tiene conocimiento MAVECO

Señaló que aunque el gobernador Manuel Velasco Coello cuenta con toda la documentación y conoce perfectamente del caso, no brindado ninguna atención al caso del chiapaneco que enfrenta un proceso complicado debido a la investigación judicial que enfrenta, “me dijeron que no pueden brindar ninguna ayuda, más que quizás una asesoría jurídica.”
No obstante, Rocío Figueroa alzó la voz junto a la de una decena más de familias que en la Ciudad de México han iniciado también una serie de movilizaciones y pronunciamientos para que “los altos mandos sepan que Luis Alberto y los demás policías federales no están solos en este proceso, que aunque haya muchos kilómetros de distancia no están solos y haremos valer la justicia”.