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El punto G de la economía

 El punto G de la economía

Roberto Dionisio Pérez

Pasando aceiteFuentes de financiamiento de grupos sociales

En nuestra sociedad existen fuentes de financiamiento de los diferentes grupos sociales que se manifiestan de distintas formas y por distintas causas. Los financiamientos son el boteo, los bloqueos por cuota, la violencia colectiva como forma de presión, y la financiada por la delincuencia organizada.

El boteo es la forma pacífica de obtener dinero, cada individuo de un colectivo se lanza las calles y las casas a pedir dinero, dependiendo las causas (para construir una escuela, un albergue, uniformes para un equipo, y hasta grupos sociales representativos como la cruz roja o protección civil la utilizan) que originan esta necesidad, apelan a la conciencia de los individuos de la sociedad a depositar una moneda en los botes; se calcula que de esta forma llegan a obtener entre 15 mil y 20 mil pesos por día.

Los bloqueos de los grupos sociales organizados es otra forma de obtener recursos, se manifiestan cerrando vías de comunicación importantes como cruces federales y estatales, puentes, casetas de cobro; los bloqueos pueden ser de vallas humanas de familias enteras (incluidos niños) y todo aquello pueda servir para bloquear, piedras, árboles etc. Es en este tipo de manifestación donde se incurre en muchos delitos, los cuales ocurren, obstrucción a las vías de comunicación, agresión a los individuos o la paz social. Se calcula que los recursos obtenidos por este tipo de bloqueos va alrededor de los 50 mil pesos diarios.

La violencia colectiva como forma de presión, es otra forma de obtener dinero, me explico, se manifiestan ciertos grupos sociales que puede ser contra el gobierno, sociedad civil en general o empresas grandes y representativas, y crean un caos de inestabilidad social, la cual, el gobierno cede ante esta presión y tiene que pagar con cuotas de poder, programas sociales para algún grupo en particular. Y lo ultima forma de financiamiento es la promovida por la delincuencia organizada, que puede ser un mal que lastima más a la sociedad porque crea un miedo colectivo y que puede derivar en un Estado paralelo para defensa de los mismos. Ejemplo de ellos es Michoacán.

Entonces el financiamiento para las buenas causas por parte de la sociedad debe ser mayor y no ceder ante las otras formas de financiamiento, no tolerar y no ser cómplice. La violencia como forma de vida en las últimas fechas se recibe a través de las noticias; muchas formas de violencia, desde la individual hasta la colectiva, es un problema social al que hay dar solución de raíz, pero lo importante es darle énfasis y contenerla dentro del marco de nuestras leyes y no solapar.
correo: rodip20@yahoo.com.mx

La historia en breve
Uno que se salvó gracias a la noche del 26 de septiembre
Ciro Gómez Leyva

El desenlace funesto de la noche de Iguala, hoy hace dos meses, tuvo también sus beneficiarios. Que quizá no fueron pocos. Me refiero estrictamente a personas que, gracias a la fuga de los Guerreros Unidos y el desmantelamiento de la policía municipal, pudieron seguir viviendo.

Es el caso de un diputado local de uno de los distritos del norte de Guerrero, colindantes con Michoacán. Por los días de las fiestas patrias se vio forzado a parar en Iguala. Los criminales lo identificaron y llevaron a un restaurante, donde el jefe de la plaza comía camarones con Coca light. Le acercó un plato para compartir los mariscos, mientras le informaba de un presidente municipal de aquella región del norte que trabajaba para el antagónico grupo de Los Rojos. El diputado alegó que nada tenía que ver. El capo le dijo que no importaba, de todas formas debería entregarles 2 millones de pesos.

En esas estaban cuando un escolta entró al restaurante para avisarle al capo que por ahí rondaba un grupo de soldados del Ejército mexicano. Le advirtieron al diputado que los tres saldrían juntos, y que si topaban con los militares y él abría la boca, vejarían y matarían a su familia entera.
Y en efecto, se cruzaron con los soldados. El capo presentó al diputado como un vendedor de terrenos que le quería vender uno. Les creyeron.
Tres cuadras adelante, el capo le recordó al diputado que no se le fueran a olvidar los 2 millones. Comenzaba a correr el plazo de dos semanas para entregarlos.

“Antes de que termine septiembre, cabrón”, se despidió sudando cuando el termómetro marcaba 36 grados.

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