Política Cero
Jairo Calixto Albarrán
El convertidor catalítico de la chatarriza
Mientras me como a escondidas y de incógnito una chatarrita, que en estos días es más peligroso de portar que una crítica a la reforma energética (ya ven cómo se pone Penchyna, peor que Luis Suárez) profunda nostalgia invade mi pensamiento. Nada más de ver en la nave del olvido, que ya ha partido, a personajes que nutrieron de sobredosis calóricas mi infancia y le dieron su forma a los michelines que adornan mi cintura, me dan váguidos rudos.
Estas inolvidables criaturas, hoy satanizadas cual circos con tigres y elefantes (ahí van Melvin, el Gansito, los Pingüinos, Pancho Pantera y el Tigre Toño huyendo de una cacería de brujas que parece encabezada por Lucerito y el ex mirrey de España) se van con su publicidad a otro lado. Todo para salvar a los niños de los malvados apetitos y condenarlos a una alimentación rica en minerales y proteínas. Y así dar paso a un mundo donde reine el brócoli, las espinacas y el betabel por sobre las golosinas del demonio que los convierten en monstruos con sobrepeso, que al final destruyen con sus malestares los presupuestos de las bien administradas instituciones de salud pública.
Lo bueno es que los villanos favoritos del momento desaparecerán del ámbito infantil televisivo y derraparán en los tiempos telenoveleros y deportivos —que por supuesto nunca son vistos por la chamaquiza— para que mientras la dama joven es acosada y los amables aficionados gozan una barrida, los espectadores puedan experimentar la dicha inicua de jambarse changüis de osito, que ahora pasará al limbo, o antojos de la Tía chatarrosa.
Pobres de nuestros personajes consentidos, van a terminar en el Canal del Congreso o en el Pare de sufrir. Y peor aún, ahora que se aplicó el Hoy no Circula de la chatarriza; ¿de dónde va a sacar Chabelo el convertidor catalítico de la engordadera para su milenario programa? Ni modo que a estas alturas lo pongan a promocionar comida vegana.
Muy pronto, para orillar a los niños a comer solo frutas y verduras, los van a amenazar con llevarlos al albergue de Mamá Rosa, o mandarlos a la frontera en calidad de menores no acompañados.
Ya prohibieron el cigarro, los circos, la chatarra, se fue Chiquimarco, y las leyes secundarias en telecomunicación y energía siguen tan campantes. Nomás falta que ahora criminalicen la vitamina T.
¿En qué clase de mundo vivimos, como para que Pancho Pantera sea más peligroso que Gastón Azcárraga?
Nada Personal, Solo Negocios
Bárbara Anderson
Los números azules que quiere Sepomex
Correos de México está a 2 mil millones de pesos de convertirse en organismo descentralizado con autosuficiencia financiera, es decir, de manejarse y crecer con sus propios recursos y sin transferencias de presupuesto.
Esa es la meta que se ha trazado —y que podría cumplir a finales de 2018— Yuriria Mascott Pérez, directora del Servicio Postal Mexicano. “No le debemos de costar un peso al gobierno, debemos de ser autosuficientes financieramente, tenemos que ser un servicio de alta calidad”.
En su palaciega oficina hizo un resumen de los avances que han tenido en modernización y de cómo internet y el comercio electrónico parecen ser la salvación de esta empresa centenaria.
“Podríamos ser autosuficientes el año que entra, siempre y cuando se procediera con la parte jurídica de reserva, que no se está cumpliendo.”
¿De qué se trata?”Hoy el gobierno federal, el Poder Legislativo y el Judicial pagan millones de pesos en el servicio de mensajería con empresas privadas, pero no pagan a Sepomex. Eso sí, utilizan gratuitamente el servicio para el envío de correspondencia, afectando anualmente sus finanzas. “El gobierno mexicano optó hace muchísimos años para que se financiara este servicio y que llegara efectivamente a cada rincón del país, como muchos correos en otros países; es dar una reserva para el Estado, solo en el rubro de correspondencia, y con ello cubrir todos estos gastos del Servicio Postal Mexicano”, agrega Mascott.
Según datos de Correos de México, 53 por ciento del mercado de la correspondencia que por ley está reservada para la institución es enviada por empresas privadas de forma ilegal. El valor del mercado de esta reserva legal de Correos es de 2 mil 650 mdp, según Inegi. Sin embargo, Sepomex solo cuenta con 48 por ciento de esta industria. Teniendo en cuenta que los ingresos de la empresa hoy suman 2 mil 500 mdp y que los gastos rozan los 4 mil 500 mdp, si se sumara la reserva legal, las finanzas quedarían en números azules.
Pero mientras siguen empujando dentro del gobierno a que se cumpla este mandato de correspondencia oficial, se han hecho modernizaciones para bajar los costos y elevar la productividad. Se reconfiguraron rutas, se invirtió en centros logísticos y se firmó un nuevo convenio sindical con los 10 mil carteros, a quienes también se les dotó de sistemas de geolocalización. Solo en este último ítem, la productividad aumentó 19 por ciento en el último año.