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Duda razonable

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7-carton copiaPérez Reverte, 12 años después de “La Reina del Sur”

Carlos Puig
Le pregunté a Arturo Pérez Reverte sobre cómo veía el momento mexicano, él que hace 12 años publicó La Reina del Sur.
Aquí algunas de sus respuestas:
“Lo que más me entristece es que esto se veía venir. Cualquiera de nosotros, cualquier lúcido que miraba, que salía a la calle, y que veía gente que estaba con un peso, mientras en el restaurante de lujo salía a 2 mil pesos la comida, cualquiera se daría cuenta que esto no podía sostenerse. Lo triste es que todo esto se podía haber ido previendo”.
Afirma que se siente con derecho a decir esto “porque soy tan mexicano como ustedes, he escrito una novela mexicana y además de eso compartimos esa bandera común que es El Quijote y la lengua”.
Cuando le pregunto de seguridad, él me habla de desigualdad.
“No es sostenible un mundo en el que un hombre está ahí para ganarse un peso limpiando la llanta del coche y gracias patrón, mientras te mira y te dice patrón te mira con un… ‘si un día tengo un 30-30 vas a ver quién es el patrón’. En México son ya generaciones que no tienen esperanza alguna. Es que aunque trabaje, estudie, mis papás se sacrifiquen, vaya a las cuatro de la mañana en autobús para estudiar jamás saldré de la miseria.
“La desigualdad, ese es el punto, no se hace nada por tender un puente, por crear un intermedio en el cual haya esa movilidad, esa esperanza. Aunque sea la esperanza. No entiendo por qué no intenta el sistema tender puentes, es suicida, creo que están muy mal acostumbrados, es un siglo de mala costumbre. Esto no se para con policías ni barreras. Esto se para con sentido común, con lucidez y con pasión y con solidaridad. Palabras que estamos perdiendo no en México, sino en todo el mundo”.
Y termina con una advertencia de la necesidad de seguir apostando a la educación y a la lectura.
“Porque cuando la gente estalla en la calle, lo cual es normal que estalle, cuando no hay una ideología, cuando no hay unos móviles morales o éticos que encuadren ese estallido se vuelve una revolución de rencor y revancha, no para construir, sino para destruir aquello que se odia”.

dudarazonable@milenio.com
Twitter: @puigcarlos

La historia en breve
También a ti te amamos, Lilian
CIRO GÓMEZ LEYVA
En su deslumbrante historia sobre las causas que detonaron la Primera Guerra Mundial, Margaret MacMillan escribe que a veces personas con grandes responsabilidades son un manojo de emociones con comportamientos erráticos.
Pensaba que podría ser el caso de Lilian Tintori, la bella mujer de 37 años que, súbitamente, heredó la formidable responsabilidad de ser una de las portavoces de la oposición venezolana al dictatorial régimen de Nicolás Maduro.
Estaba equivocado. La mujer con la que conversé ayer es mucho más que la esposa de Leopoldo López, el líder opositor encarcelado desde hace 10 meses. Lilian tiene personalidad propia, discurso, sensibilidad. Y la no siempre común serenidad de los protagonistas emergentes, a la que solo se accede con horas de trabajo, concentración y mucha disciplina.
Su historia, al menos en 2014, es sin duda la del dolor. Pero, como me ocurrió con la cubana Yoani Sánchez, no escuché en sus palabras el resentimiento ramplón tan común en el disidente latinoamericano. Lilian debe creer aquello de que la ética sirve también para abaratar los costos del sufrimiento.
Me dijo que triunfarán, pues las torpezas y rudezas de Maduro están consiguiendo el imposible de unir a antichavistas con chavistas desesperadas. Se despidió sonriente, amable, platicando de sus hijos de cuatro y un año. Y con la certeza de que ceder al miedo o el fatalismo no apaciguará lo que queda del régimen y sus gorilas.
¿Errática?, le pregunté a mis compañeros de programa. Coincidieron que no. Tiene más bien esa sabiduría añeja de que quien no progresa cada día retrocede cada día.

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