Sierra de Chiapas bajo el acecho del crimen organizado.
La violencia por la disputa de la plaza por parte de dos grupos delictivos mantiene bajo el acecho a municipios de la zona Sierra Mariscal de Chiapas.
Los municipios de Motozintla, El Porvenir, La Grandeza, Siltepec, Mazapa de Madero, Bellavista, La Grandeza, Bejucal de Ocampo, Honduras de la Sierra, Amatenango de la Frontera y Frontera Comalapa, son los lugares afectados por la presencia de la delincuencia.
Muertos, desaparecidos, vehículos incendiados, cierre de negocios, suspensión de clases y bloqueos son los resultados de la ola de violencia que se ha recrudecido durante el 2023 en esta región de Chiapas.
Ante el recrudecimiento de la violencia, ejecuciones e intimidación de parte de los grupos delictivos en la zona Sierra de Chiapas, decenas de personas con sus familias han abandonado sus viviendas, ante el temor de ser asesinados o reclutados por parte de la delincuencia organizada.
Y es que como ha sido del dominio público, los grupos delictivos “cobran piso” por dejarlos trabajar o los obligan a realizar actos vandálicos como quema de vehículos, bloqueos y otras acciones más desestabilizadoras que realizan con la finalidad de infundir temor entre la población y mantener el control en lugar de las autoridades.
En el mes de mayo, familias de los ejidos Laderio, Nueva Libertad y 10 comunidades del municipio de Frontera Comalapa, abandonaron sus casas para evitar ser reclutados por los dos grupos delictivos que se disputan el control de esta zona limítrofe con Guatemala, clave para el tráfico de drogas, armas y migrantes, principalmente.
En ese mismo mes, dos vehículos de servicio público, específicamente taxis, fueron incendiados a las afueras de Mazapa de Madero, en la carretera que conecta Amatenango de la Frontera con la zona Sierra de Chiapas
A finales de julio tres vehículos fueron incendiados en el tramo Motozintla – Mazapa de Madero por integrantes de las bandas delictivas que no quieren ceder el control de las actividades ilícitas en este paso fronterizo, que posee caminos de extravío y en donde las corporaciones de seguridad no alcanzan a llegar.
Asimismo, por más de 10 horas bloquearon el paso a transportistas, pese a que al lugar llegaron autoridades y elementos del Ejército Mexicano para despejar el área.
En el mes de agosto, pobladores reportaron cinco vehículos incendiados en el tramo carretero Motozintla – Frontera Comalapa, luego de un enfrentamiento entre presuntos integrantes de cárteles mexicanos.
En el mes de agosto, un enfrentamiento en el municipio de Chicomuselo dejó al menos siete personas fallecidas. Los hechos ocurrieron en un camino de terracería en la frontera con Guatemala, a la altura de la comunidad de Malpaso.
De acuerdo con imágenes compartidas por pobladores, seis hombres fueron asesinados en una camioneta de color negro que no tenía placas y más adelante se localizó otro cuerpo sobre la carretera.
El 7 de septiembre se registró un hecho que conmocionó no solo a los habitantes de la Sierra sino a toda la sociedad chiapaneca: un comando privó de la libertad a la docente Berni Flor, cuando estaba dando clases en el Cobach 216 de Amatenango de la Frontera, esto como medio de presión para que su esposo cediera a extorsiones. Cinco días después, la maestra fue localizada sin vida.
Otro de los casos que impactó a la sociedad ocurrió el 21 de octubre, cuando el maestro Artemio López Aguilar, militante de MORENA e integrante de la D II 78 sección 40 de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), fue asesinado en su domicilio la madrugada de ese sábado.
Los reportes indican que sujetos armados ingresaron a su domicilio cerca de la 01:00 de la mañana, en donde amenazaron a su familia con armas largas, para posteriormente ejecutar al profesor, supuestamente por encabezar las marchas por la paz en esta zona.
Cierre de negocios y escasez de productos
En el mes de septiembre, ante los bloqueos de tramos carreteros y la inseguridad que prevalece en este municipio de la zona Sierra de Chiapas, pobladores y comerciantes entraron en pánico y comenzaron a cerrar negocios.
Negocios locales y tiendas de cadenas nacionales como Mi Bodega Aurrera en el municipio de Motozintla cerraron sus operaciones de manera temporal, ante las nulas condiciones de seguridad para seguir dando el servicio a la población.
La ola de violencia se recrudeció por lo que las familias comenzaron a sufrir por la escasez de productos básicos como gas LP, gasolina, internet y energía eléctrica, cuya situación provocó que el terror se apoderara de las familias.
En tiendas y supermercados comenzaron a escasear alimentos, por lo que los habitantes externaron su preocupación de quedarse sin ningún producto de primera necesidad.
El 18 de septiembre, en un comunicado emitido por las autoridades educativas de la región Sierra Madre de Chiapas, se dio a conocer que las escuelas de esta zona suspendieron temporalmente sus clases “para no exponer la integridad física tanto del personal docente, alumnos y padres de familia.
De acuerdo a integrantes de la sección 07 del SNTE-CNTE las clases se suspendieron en 3 mil centros educativos del nivel básico, cuya medida afectó a más de 250 mil alumnos y 5 mil maestros.
Sin embargo, ante la ola de violencia que persiste en los municipios de la Sierra de Chiapas el regreso a clases de manera presencial en escuelas del nivel básico y medio superior ha sido a cuenta gotas, ya que a más de a más de dos meses solo el 60 por ciento ha retomado las actividades de manera intermitente.
Paralizan trabajos en el campo por violencia
Derivado a la ola de violencia que persiste en la Sierra Mariscal de Chiapas, 6 mil productores del programa Sembrando Vida paralizaron los trabajos para salvaguardar su integridad física y la de sus familias.
El coordinador territorial del programa Sembrando Vida, Jorge Aguilar Reyna, dio a conocer que las actividades agrícolas en alrededor de 15 mil hectáreas establecidas en 9 municipios de la zona Sierra se detuvieron, como medida de prevención bajo el principio de “fuerza de causa mayor”, por tema de seguridad.
Indicó que las reuniones de comunidades, acompañamiento técnico, capacitaciones y la comercialización de productos en mercados ecológicos, son algunas de las actividades que se paralizaron por la ola de violencia que azota a la zona serrana de Chiapas.
En mercados ecológicos se comercializaban alrededor de 60 toneladas de productos, en su mayoría frutas y verduras producidas por beneficiarios de este programa.
Actualmente, las actividades en la Sierra de Chiapas se han reanudado de manera parcial, pues la población se mantiene con temor de que vuelvan a recrudecer los enfrentamientos. De acuerdo con habitantes y servidores públicos de la zona existe una tensa calma y los municipios que hoy en día se mantienen como focos rojos son Amatenango de la Frontera y Bellavista.
