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Cómo las abejas y hormigas se recuperan después de los incendios forestales.

 Cómo las abejas y hormigas se recuperan  después de los incendios forestales.

Los incendios forestales impactan gravemente en el medio ambiente y se están volviendo cada vez más comunes, donde pequeños incendios pueden tener beneficios para la biodiversidad, los incendios forestales causan daños graves a las poblaciones de plantas y provocan el desplazamiento o la muerte de numerosos animales. La recuperación de los ecosistemas afectados por el fuego puede llevar años o décadas, dependiendo de su naturaleza.

Cuando se estudian los efectos de las perturbaciones en los ecosistemas forestales, es importante considerar la diversidad, ya que diferentes grupos de organismos responden de manera distinta ante una misma perturbación. Los efectos en las plantas están bien investigados, no ocurre lo mismo con los insectos, aunque son parte fundamental de la biodiversidad en los ecosistemas forestales.

Hay dos tipos de insectos que destacan sobre el resto, por su papel funcional en este tipo de ecosistemas: por un lado, las hormigas, protagonistas en las funciones de reciclaje, recirculación y redistribución de nutrientes, son además mutualistas de muchas plantas, dispersoras eficientes de semillas, y tienen abundantes relaciones tróficas, como depredadores y como presas, en múltiples niveles. Por otro lado, las abejas silvestres, juegan el papel de líderes de la polinización en los bosques templados y mediterráneos, y resultan imprescindibles para el mantenimiento de muchas de las comunidades vegetales.

Ambos grupos proporcionan servicios importantes y casi pioneros en la regeneración de los ecosistemas. Por eso, comprender de qué manera estos himenópteros se recuperan tras un incendio proporciona una visión bastante amplia, y da pistas sobre cómo se recuperará el ecosistema en su conjunto.

Insectos beneficiados por el fuego
Uno de los resultados de la investigación, recientemente publicada en la revista científica Science of the Total Environment, ha demostrado que el hábitat quemado resulta más propicio para una mayor cantidad de especies de hormigas y abejas, en comparación con el hábitat no quemado. Asimismo, algunos rasgos funcionales de la historia de vida de las especies, como los hábitos diurnos o anidar en el suelo, características de especies propias de áreas abiertas, fueron más abundantes en las áreas quemadas.

Además de los cambios a corto plazo hallados, se encontró que algunos de estos rasgos en las áreas quemadas persisten a largo plazo. Entre ellos, los investigadores destacan la presencia de un mayor grado de polimorfismo en las obreras, es decir, la existencia de distintas formas en la casta obrera en una misma colonia, por ejemplo, algunas especializadas en la búsqueda y obtención de alimento, otras adaptadas a la defensa y el ataque, y otras encargadas de alimentar a las larvas y a la reina. También se observó un predominio de especies monogínicas, es decir, aquellas cuya colonia está dominada por una sola reina.

Estos resultados demuestran cómo los efectos del fuego en las comunidades de hormigas y abejas pueden variar tanto a corto como a largo plazo. Los investigadores resaltan, además, la importancia de no pasar por alto el papel del fuego en los ecosistemas coníferos mediterráneos y su influencia en estos insectos, como promotores de la recuperación del resto del ecosistema.

Redaccion Diario de Palenque

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