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EL CARNAVAL DE BACHAJÓN, PARTE 4.

 EL CARNAVAL DE BACHAJÓN, PARTE 4.

Cronista de Palenque: Profe. Agustín Román Alvarez Bolivar.
HABLANDO DE HISTORIA.

Venían a ver fiesta, venían a ver fiesta desde lejos, no entraban. Cada año, cuando se
celebraba el Carnaval, allá venían a ver fiesta, allá en la colina llegaban. Y cuando se
terminaba el carnaval, regresaban. Hacían muchos trabajos, allá en la colina, muchos
trabajos diferentes hacían piedras, hacían lunas, muchos trabajos bajos diferentes hacían;
se ven todavía allá. Bueno, así venían cada año.

Bueno empezaron a decir los caribios: “mejor despojemos su pueblo”, dijeron,
“despojémoslo, entremos en él y poblemos nosotros donde está el pueblo de ellos”,
dijeron “bueno, si pues”, dijeron. Llegó la hora, llegaron para desojar el pueblo.

Pero como
los habitantes del pueblo se dieron cuenta, no sabemos cómo fue eso, pero parece que su
lengua es algo parecida a la nuestra, como supieron que junta y junta y junta y junta.

Bueno, cuando supieron que ya iban a llegar, cuando ya estaban acercándose, hubo,
dicen, un anciano. “Bueno, voy a ir a su encuentro”, dijo el anciano. “¿Puedes tú?” “sí” “no
sabemos si de veras podrás, no sabemos, pues. Parece que ellos matan y comen a la
gente”, dijeron “sí”, dijo el anciano, el anciano llamado Quinixchil, el que dijo otro. “No, no
puedes tú, a lo mejor nos van a comer. Que muera yo, si tendré que morir; yo ya estoy
viejo. Pero tú en balde morirás eres joven todavía”. “No, yo voy también” “No, no puedes
ir conmigo. Me voy solo, voy a ver dónde los encuentro”.

Bueno, se fue el anciano Quinixchil, el anciano. Se fue hasta un cerro muy alto. Vinieron
muchos caribios. Llegaron a encontrarse en el camino. “¿Adónde vas, nietos?”, dijo el
anciano, hablando a ellos el anciano Quinixchil. “Vamos a tu pueblo”, dijeron los caribios.

“De veras, ¿Y tú dónde vas?”. “Yo vengo a su encuentro”. “Bueno, está bien, está bien que
hayas venido a encontrarnos, pero estamos muertos de hambre, te vamos a comer”,
dijeron. “Está bien, cómanme” dijo el anciano, “cómanme, si me quieren comer,
cómanme”. Empezaron a comerlo, se le acabó todo su cuerpo, solo los huesos quedaron.

Bueno, mientras comían, el anciano dijo “no vayan a tirar mis huesos, no vayan a tirar mis
huesos”. “No, dijeron los caribios. Bueno, se acabó todo su cuerpo, solo los huesos
quedaron. Bueno, se acabó su carne y sólo sus huesos le sobraron. Bueno, cuando dejaron
de comer su carne, ahí mismo se levantó el esqueleto del anciano se levantó. “Bueno,
vámonos”, dijo entonces hablando dijo el anciano

Redaccion Diario de Palenque

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