Opinión: Hablando de historia
EL CARNAVAL DE BACHAJÓN:
SOBREVIVENCIA RITUAL DE LOS LACANDONES EN UNA FIESTA MAYA ACTUAL.
Cronista de palenque: Profe. Agustín Román Alvarez Bolivar
La celebración anual del carnaval es una costumbre bastante común en los pueblos indígenas de los Altos.
En algunos de ellos figura hasta entre los acontecimientos socio- religiosos más importante de la comunidad. Pero en ningún pueblo el Carnaval se celebra con tanto fervor y participación de la gente como en Bachajón.
El carnaval de Bachajón ha sido objeto de un estudio etnográfico serio, llevado a cabo en 1972 por los antropólogos franceses Aurore Belequín-Monod y Alain Breton. Estos comunicaron el resultado de su investigación en un artículo que se publicó en 1973.
En 1977, Alain Breton volvió a tocar el tema en al tesis doctoral que defendió en la Escuela de Estudios Superiores de Paris. Ambos escritos analizaban el carnaval desde un punto de vista primordialmente antropológico.
No es nuestra intención repetir, completar o corregir estos estudios. Sólo queremos hacer, a partir de los datos reunidos por los antropólogos, una interpretación estrictamente histórica del mismo Carnaval a la luz de los datos que, por nuestra parte, hemos podido acumular a lo largo de la reconstrucción de la conquista del lacandón, que efectuamos.
Porque creemos que el Carnaval de Bachajón es en gran parte la ritualización de unos acontecimientos históricos en los cuales los bachajontecos y los lacandones han sido los protagonistas.
El Carnaval de Bachajón tiene lugar cada año, antes de iniciarse la cuaresma. No tiene fecha fija, pero se celebra siempre durante los cinco días que preceden el miércoles de ceniza, de viernes a martes. Su nombre en tzeltal es slo’il k’in, lo que significa “fiesta de burla”.
Sin embargo, a diferencia de otros carnavales celebrados en otros pueblos de los altos, El Carnaval de Bachajón no se reduce a un mero divertimiento popular ni se puede considerar tampoco una manifestación meramente folklórica.
Menos aún se puede comparar con los carnavales burlescos, típicos de Europa o de Brasil, basados principalmente en la inversión momentánea del orden social establecido y en la inmersión pasajera de los individuos en la anarquía colectiva.
Bien al contrario, se trata aquí de la celebración ritual de un hecho histórico que en un momento definido del pasado afectó a la comunidad misma del pueblo.
Este acontecimiento histórico parece haber sido básicamente una incursión sangrienta de indios lacandones contra el pueblo de Bachajón, la que tuvo como consecuencia el traslado de la comunidad bachajonteca al sitio que ocupa actualmente el pueblo de Bachajón.
