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Opinión: El arte maya, La pintura mural.

 Opinión: El arte maya, La pintura mural.

Por el Cronista municipal de palenque.
Profesor Agustín Román Álvarez Bolívar.

Hablando de historia.

Se sabe que los mayas pintaron virtualmente sobre todos los muros de sus estructuras y que esta decoración incluía las plazas y aun los basamentos de las construcciones; sin embargo, los pocos restos que se conservan constituyen el corpus que hoy se denomina pintura mural, un reducido número de representaciones basada en el color de superficies arquitectónicas bidimensionales.

Al igual que el caso de la cultura, los ejemplos guardan estrecha relación con la arquitectura, pero se distinguen de los relieves pues sólo tienen dos dimensiones y están diseñados únicamente para ser vistos, pese a que imitan la tridimensionalidad, por ejemplo al conseguir estos efectos de profundidad como en el modelado que representa el volumen de los cuerpos mediante la diferente densidad de los pigmentos.

Como ya se ha mencionado, las estructuras que fueron cubiertas por edificios posteriores se conservaron mejor y puede apreciarse aún gran parte de los colores y diseño que decoraban los exteriores. Se ha identificado que hubo muros que sólo tenían un color, en tanto que en otros se reconocen franjas de varios, con los que se acentuaban los elementos arquitectónicos.

En algunas ocasiones los pintores mayas trazaban bandas en las que dibujaron diferentes elementos abstractos, como grecas y textos con glifos, además de diseños antropomorfos y escenas narrativas.

Los ejemplos más conocidos son aquellos que se han conservado en el interior de los edificios, en particular en algunas cámaras y antecámaras, así como en tumbas.

Dentro de los edificios solían pintar los muros y en el interior o intradós de las bóvedas en saledizo. Sin embargo, se preservan ejemplos de exteriores que incluyen pintura en las fachadas, la cara frontal de los dinteles y los frisos.

Existe un grupo de pinturas que observaron y describieron exploradores y viajeros; en la actualidad están muy deterioradas y sólo se conservan pequeños fragmentos.

De algunas de ellas se preservan dibujos y fotografías y de otras más sólo se tienen informes de su existencia.

Del conjunto pictórico maya aún existen más de 20 ejemplos in situ que se dan cuenta de la maestría de los pintores. Se extienden por toda el área maya, desde Ixmiché en Guatemala hasta Tulum en Quintana Roo, y desde Toniná en Chiapas hasta Santa Rita Corozal en Belice; su temporalidad abarca desde el Preclásico hasta el Postclásico.

La técnica empleada para le elaboración de los murales es la del fresco seco, es decir, aquella que se aplica sobre una capa de estuco ya seca.

Sobre el aplanado se trazaban los contornos con color rojo y luego se rellenaban con tonos como el amarillo, azul, negro y sus combinaciones. Los colores se obtenían de tierras y vegetales que se mezclaban con diferentes minerales.

El ejemplo más temprano conocido hasta ahora procede de la tumba 166 de Tikal, en la que hay diferentes personajes trazados con una línea negra continua.

Durante el Clásico se desarrollaron diversas tradiciones, como la de Uaxactún, ejemplificada en el edificio B XIII, en el que los murales retratan una escena de la corte; otro estilo se observa en Mulchic, donde la tendencia es la de alargar la figura humana.

Redaccion Diario de Palenque

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