Un derecho y un revés
Gustavo Laines: Palenque
Cortar, bordar, medir, el arte de la sastrería es sin duda unas de las más complejas, que muy pocos la dominan, pero que, sin duda, es uno de los oficios más necesarios y el que Ausencio Cruz García, ha dedicado su vida, por más de 14 años.
Originario de Bajada Grande, en su juventud recorrió por diferentes ciudades, siendo en Mérida, donde encontraría la pasión que lo llevaría a ejercer uno de los oficios más nobles que un mexicano puede hacer.
INICIOS EN LA SASTRERÍA
Estando en la ciudad yucateca, a la edad de 16 años, Ausencio recurrió, junto con su primo, a un sastre de gran experiencia para aprender todo lo que hay que saber sobre el trabajo, sin embargo, al paso del tiempo su compañero abandonó, pero el siguió, pues se enamoró del arte del modismo.
Más tarde, llegó a la ciudad de Palenque, donde abrió su taller de costura, dándose a conocer por su trabajo y atención, poco a poco, fue ganándose la confianza de sus clientes.
Cruz García, admite, que lo que más le gustó de este trabajo, fue que, gracias a ello, puede crear su propia ropa, a su medida, a su gusto, algo, que confesó, hasta el sol de hoy sigue haciendo.
Aseveró, la importancia del oficio del sastre, pues es gracias a este trabajo, que tanto mujeres como hombres pueden vestir cómodamente y arreglar sus prendas.
A LA ORDEN
Ausencio Cruz, es uno de los pocos sastres que aún persisten en la ciudad, poniendo a disposición de la ciudadanía sus diferentes servicios de costura, siendo parte de cada ciudadano que lo lleva en sus prendas de vestir.
“Es importante y necesario, tratar bien con las personas por que eso ayuda a que se lleven buena impresión con uno y con el trabajo… eso es lo que siempre he hecho, que me conozcan y que queden contentos con el trabajo que hago.”
