Tren Parlamentario
TREN PARLAMENTARIO
En los territorios del Congreso mexicano, no a todos escocía el alma
VICENTE BELLO
En los territorios del Congreso mexicano, el viernes 31 de mayo de 2019, no a todos escocía el alma. El anuncio de Donald Trump de que impondrá su gobierno un impuesto del 5 por ciento –progresivo hasta el 25 por ciento; sumando cinco puntos cada 30 días, hasta llegar a los tres meses- a todos los productos mexicanos que sean vendidos en territorio estadounidense, paró de pestañas a la mayoría de las fuerzas políticas con representación aquí en las Cámaras. Pero hubo quienes aprovecharon para lanzar algunos ganchos al hígado de Andrés Manuel López Obrador.
En San Lázaro y en el Senado no se recordó ayer una decisión comercial tan infame por parte de los Estados Unidos, en toda la historia de relaciones económicas que tienen los dos países.
Y se colocaron la mayoría de los grupos parlamentarios en los flancos del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Se distinguía el PRI cuando, a través de Rubén Moreira, dijo: “No podemos regatearle ningún apoyo al señor presidente de la República; una posición contraria a él sería mezquina”.
Incluso el polémico Enrique Ochoa Reza hubo dicho: “Debemos unirnos los mexicanos y respaldar al gobierno en la negociación con los Estados Unidos”.
Polémico, porque, precisamente, Ochoa es de los personajes priístas que se le han comenzado a relacionar con casos como el de la venta de Agro Nitrogenados, el 20 de diciembre de 2014.
El también diputado del PRI Héctor Yunes Landa, dijo: “Llamo a todos los mexicanos a cerrar filas en torno al Ejecutivo federal, frente a la pretensión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles a todas las importaciones provenientes de México”.
Y apostillaba: “Éste es de los momentos en los que tenemos que cerrar filas todos los mexicanos, de todos los partidos, en torno a nuestro gobierno, quien da formalmente y debe dar la cara por el país”.
Y volvía a apostillar: “Yo creo que ha habido una respuesta firme del presidente de la República. En principio, está haciendo lo correcto al enviar al secretario de Relaciones Exteriores a entablar un diálogo con los representantes del gobierno estadounidense”.
El grupo parlamentario del PVEM emitió el siguiente pronunciamiento: “Respaldamos la postura que el gobierno mexicano adoptó ante las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles a todos los productos a partir de junio si no frena la migración.
Y remachó el Partido Verde: “Es positivo para la compleja relación entre México y el país vecino que el presidente Andrés Manuel López Obrador, a través de una misiva, haya optado por ratificar la apertura al diálogo constructivo de nuestro país y no hacia la confrontación.
“Muy bien por el presidente de la República, en su respuesta al presidente de Estados Unidos, con enorme dignidad, claridad y conocimiento de la historia de los dos países”.
Los diputados del PAN guardaron silencio. Pero su dirigente nacional Marko Cortés dijo al atardecer: “El presidente Andrés Manuel López Obrador no debe mostrar debilidad ni miedo ante la caída de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y el desplome del peso, tras la amenaza de Donald Trump sobre imponer aranceles a productos de nuestro país”.
Y reforzó: “En el contexto que atraviesa México se requiere de firmeza, generar confianza y corregir errores, así como potenciar fortalezas dar valor a nuestra posición geográfica, mano de obra y productos”.
En un tuit, el panista sentenció: “Ante las amenazas a México, el gobierno mexicano debe fijar una enérgica postura y contar con una estrategia que proteja y apoye a los sectores que resulten afectados. También en migración López Obrador está reprobado, pero eso no puede ser pretexto para aumentar aranceles”.
El PRD aprovechó también –como el PAN- para darle algunas patadas al gobierno mexicano, justo cuando éste se ha puesto en guardia contra los Estados Unidos de América.
Mónica Bautista Rodríguez sostuvo: “La respuesta del gobierno mexicano ante las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles a todos los productos nacionales a partir del 10 de junio, es timorata”.
Y lanzaba este gancho a López Obrador: “Llamo al presidente de la República para que se mantenga firme y defienda los derechos y la dignidad del país ante las constantes humillaciones del gobierno de Estados Unidos. Además, debe dejar en claro que México nunca ha estado, ni estará en negociación, ni accederá a chantajes para resolverle el problema de migración”.
Remachaba la perredista: “Es fundamental ponerle un alto a la política de miedo y amenazas de Donald Trump, quien constantemente ha sobajado al pueblo de México”.
Y, conminadora, decía: “Es necesario que todas y todos los mexicanos cerremos filas para defender la soberanía y economía de nuestro país, a través del diálogo y los acuerdos; pero el gobierno tiene que ser firme y dejar de ser condescendiente con el estadounidense”.
Por la tarde, la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, en un pronunciamiento, expresó “su más enérgico rechazo a cualquier estrategia de confrontación que tenga como objetivo imponer una agenda unilateral entre países vecinos y socios comerciales, perfilar una ruta para el aislamiento económico y utilizar la amenaza como mecanismo en las relaciones internacionales”.
Y se posicionaba, afirmando que “respalda las acciones del gobierno de la República; que busquen salvaguardar los intereses de México y privilegiar la ruta del diálogo y entendimiento responsable para lograr soluciones de fondo a los problemas que aquejan a ambos países”.
Parte de la oposición se daba su tiempo para patear no a Trump, sino al gobierno mexicano.