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Hablando de Historia

El sitio arqueológico de Palenque cuenta con un importante conjunto de monumentos iconoepigráficos que proporcionan datos invaluables acerca de la cultura de los antiguos mayas. Con el desarrollo que en los últimos años han tenido los estudios maya, así como la disciplina epigráfica, ahora es posible abordar con mayor precisión todos los materiales. En las siguientes páginas se discutirán algunos aspectos que el análisis reciente de algunas de estas obras permite detallar sobre la política y el ritual tal como eran desarrollados por los habitantes de esta ciudad maya clásica.
DEL TÉRMINO ´AJAWLEL Y LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE PALENQUE
El término ´ajawlel ha sido uno de los más discutidos en la literatura epigráfica (véase Lacadena y Ciudad Ruiz, 1998; Ciudad Ruiz y Lacadena, 2001; Lacadena y Wichman, 2002; Helmke, Kettunen y Guenter, 2006). Se trata de un sustantivo derivado que resulta de agregar el sufijo –lel a la raíz ´ajaw “señor”. En las inscripciones esto se transmite a través del deletreo ´AJAW-le-le. Cabe señalar que en algunos monumentos, en los mismos contextos glíficos, el sustantivo derivado presenta el sufijo –il en lugar del anterior, formando de esta manera el término ´ajaw-il (´AJAW-li). Alfonso Lacadena y Soren Wichmann (2002) destacan que de las dos formas ´ajawlel es la más difundida aunque también la más tardía. Por su parte Stephen Houston, John Robertson y David Stuart (2001: 22-23) consideran que hay determinada distinción semántica entre las dos formas en dependencia del sufijo usado: ´ajawil significaría “kingness” mientras que ´jawlel “kingship”; segúnlos mismos autores aquí el sufijo –lel se formaría agregando el sufijo “institucional” –el al sufijo abstractico -l- para precisar el significado. Peter Biró (2011) reconoce las diferencias morfológicas entre las dos formas nominales pero, debido a la semejanza que presenta en su uso contextual en las inscripciones, no distingue diferencias semánticas. En el mismo sentido, Lacadena y Wichmann argumentan que las diferencias morfológicas entre ambas se deben a que cada variante corresponde a un dialecto distinto: ´ajawlel en el ch´olano occidental, pero en ambos casos la palabra tendría el mismo significado. En Palenque la variante usada es ´ajawlel y aparece en la fórmula de ascenso al poder CHUM-la-jata ´AJAW—le (Stuart, 2007) y en fórmulas de fin de periodo, como se aprecia en el Tablero de los 96 glifos.
A partir de un estudio de las fuentes coloniales tempranas, Alfonso Lacadena y Andrés Ciudad Ruiz (1998) (Ciudad Ruiz y Lacadena, 2001) argumentan que el significado de los términos corresponden a la idea de “reino” en el sentido de territorio (espacio). En yucateco colonial, por ejemplo, la palabra ´ajawlil (variante yucateca de la cholona ´ajawlel) tiene los significados asociados de “reino”, “imperio”, “señorío” (Martínez Hernández, 1930:72; Álvarez, 1998: 53, 54). Sin embargo, para Stephen Houston (2000) y colegas (Houston et al., 2003) los vocablos para “reino” siguen siendo esquivos en la escritura maya del periodo Clásico. Biró (2011:. 52) incluso nota que en las inscripciones clásicas las palabras en cuestión nunca aparecen con alguno de los verbos de movimiento conocidos o nunca están asociados a eventos de conquista ni con topónimos, por lo que es poco probable que se refieran a reinos como territorios, con lo que yo coincido. Él (Biró, 2007a: 97; 2007b: 119; 2011: 50como opci-52, 67) propone como opción que los términos en cuestión se pueden entender en realidad en el sentido de a descent of lines of ajaw into which somebody can insert him/herself. Although it refers to the ´king-dom´, it does not refer to its territorial entity but to its decent line (Biró, 2007b: 119).
Recientemente Ana Luisa Izquierdo y Guillermo Bernal, basados en materiales de Palenque, han argumentando la existencia de ´ajaw “menores” que encabezan los linajes subordinados al linaje real y que, en un sistema heterárquico, en cohesión soportaban al gobernante k´uhul ´ajaw en lo económico y en lo político. En este contexto, el término ´ajawlel, de acuerdo con los autores, se traduciría como “señorío” pero no en referencia a un territorio sino a un sistema en el que el gobernante regía sobre una serie de dignatarios de rango ajaw-oob´ (Izquierdo y Bernal, 2011: 180-181). En una versión más precisa de la definición, Mercedes de la Garza, Guillermo Bernal y Martha Cuevas (2012: 12) señalan que el ´ajawlel se referiría al complejo cúmulo de vínculos personales e institucionales que daban orden, estructura y movilidad a la sociedad maya clásica.
Yo prefiero la propuesta dada por Peter Mathews y John Justeson (1984. 228) acerca de que, a partir de su morfología, el término ´ajawlel (y también ´ajawil) significa en realidad “autoridad” en el sentido de “cargo”. Al respecto, cabe destacar que, de acuerdo con Ortwin Smailus, en el chontal colonial el sufijo partitivo –il agregado a nominales otorga a éstas últimas un significado de generalización o abstracción, dependiendo del contexto. Cuando al sufijo partitivo –il se le añadía a su vez el sufijo abstractivo –el, el primero adopta la forma –l¬- y juntos conforman el sufijo –lel, con el cual se acentúa la abstracción de la nominal (Smailus, 1975: 206-207). Es el caso justamente de la palabra ´ajawlel, la cual, en el siguiente pasaje tomado de los Papeles de Paxbolom Maldonado, adopta el significado de “principal” o “gobernante” como un cargo (Smailus, 1975: 48; Scoles y Roys, 1996: 1-33).
En el Chilam Balam de Chamuyel también encontramos el mismo uso y significado del término ´ajawlel (“gobernante”) en su variante yucateca ´ajawlil (Roys, 1967: 25; 1923: 476).
Interesante es el hecho de que, de acuerdo con el historiador y hablante tzeltal Marceal Méndez (comunicación personal 2013), la palabra tzeltal ajwal “señor” más el sufijo abstracto –il, tiene actualmente los significados de “autoridad” (“funcionario”) e incluso “gobernador” (véase también Slocum, 1999: 5)
Aún más interesante es el patrón encontrado por Marc Zender (2004: 155-159) en el yucateco colonial que muestra claramente cómo en expresiones relacionadas con la toma de cargos las palabras que denotan esas funciones adoptan sin falta el sufijo abstractivo –il. Considérese como ejemplo la frase yucateca vacunah ti alcaldeil, ti padreil que significa “hacer a uno alcalde, fraile”. Aquí el verbo vacun significa “poner en pie alguna cosa” (en el sentido de “elegir”), mientras que vacunan se refiere a todo aquel hombre que está “puesto o percibido para alguna obra o está proveído o elegido para algún oficio cargo o dignidad” (Martínez Hernández, 1930: 885, 886). El mismo patrón está presente, como también lo ha notado Zender, en inscripciones clásicas que se refieren a la toma de cargos sacerdotales.

Redaccion Diario de Palenque

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