Impulso al sector energético el reto del nuevo gobierno

Julio César Torres
En 2013 el actual presidente Peña Nieto presento la iniciativa de reforma a la constitución en materia energética (gas, petróleo y electricidad), en ese mismo año quedo aprobada dicha reforma tanto en la cámara de diputados como en la de senadores y en la mayoría de los congresos locales de la república, haciéndose oficial su publicación y vigencia en diciembre de ese mismo año, fueron cuatro meses de intensa actividad política en torno al tema de la reforma energética, en la según la versión oficial era una reforma necesaria y que generaría el abaratamiento en los precios de las gasolinas, diésel, gas y energía eléctrica doméstica, mayor producción de petróleo, cerca de 3 millones de barriles diarios, modernización de las empresas PEMEX y CFE, y, por otro lado, la versión de la oposición sostenían que con la reforma se estaba terminando de privatizar el sector energético, en lo referente a la exploración, extracción, transporte, almacenamiento de los hidrocarburos, fue un choque de versiones a favor y en contra de la propuesta peñanietista, al final de cuentas, se impuso la maquinaria del PRI-PAN y se aprobó citada reforma.
El martes pasado el Director General de PEMEX, Carlos Treviño y el Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, anunciaron que se habían descubierto siete nuevos yacimientos de aceite ubicados en los campos Manik y Mulach, en Campeche y Tabasco, respectivamente. El hallazgo se suman a otros cuatro (Kinbe, Esah, Koban y Xikin) que podrían dejar una reserva de 865 millones de barriles de petróleo para 2020, estos yacimientos petrolíferos fueron encontrados en aguas someras de las costas de Tabasco y Campeche, lo que al encontrarse en lugares cercanos a las instalaciones de PEMEX seria menos complicado la extracción y transporte de los hidrocarburos, generando menores costos e incrementándose la producción de barriles diarios, que desde hace muchos años nuestra producción ha decaído, repercutiendo en las finanzas públicas.
Este será el gran reto que enfrente el nuevo gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, de impulsar el desarrollo energético del país, incrementándose la inversión pública a PEMEX, para financiar proyectos de exploración e investigación de más yacimientos en aguas someras. Que cabe hacer la aclaración la mayor reserva de petróleo en las costas del Golfo de México se encuentran en aguas someras y que representan menor grado de dificultad para su extracción, sin pasar por alto que gran parte del petróleo con el que cuenta nuestro país, se encuentra en aguas profundas, sin embargo, se necesita de mayor tecnología e inversión para su exploración y extracción, lo que a corto y mediano plazo resulta más viable explotar racionalmente los yacimientos en aguas poco profundas.
Si el nuevo gobierno pretende regresar a aquellos años de ensueño en los que la producción de barriles de crudo alcanzaba los 2 o 2.5 millones de barriles diarios, debe de plantearse un proyecto energético integral, en el que se modifique el régimen fiscal de PEMEX, otorgándosele mayor autonomía financiera y fiscal, para que la hacienda pública no le quite la mayor parte de sus ingresos por concepto de contribuciones y pueda tener la empresa productiva del estado un mejor rendimiento financiero, económico y productivo, se debe impulsar la investigación, reactivándose el Instituto Mexicano del Petróleo, transparentar las licitaciones de los nuevos campos de producción encontrados y priorizar que los rendimientos petroleros sean aplicados a proyectos socialmente responsables con enfoque ecológico y ambiental, fortaleciendo la sana convivencia entre PEMEX y la sociedades rurales donde se encuentre asentado la paraestatal.
Es plausible que dentro de los proyectos estratégicos del nuevo gobierno se encuentren la construcción de una refinería para Tabasco, estado que ha sido golpeado por la explotación de la actividad petrolera sin recibir grandes beneficios de dicha actividad, así como también resulta benéfico que se rescaten del abandono las actuales refinerías existentes, con el objetivo de poder procesar los combustibles que se demandan al interior del país y paulatinamente dejar de importar las gasolinas del vecino país del norte, el objetivo a largo plazo es dejar la dependencia energética del extranjero.