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La carcajada de Javier Duarte y la hipocresía y cinismo del PRI

La sentencia contra Javier Duarte de Ochoa retumbó ayer en los territorios del Congreso de la Unión como una carcajada. ¿Sólo nueve años, con posibilidad de salir de prisión en tres, cuando en realidad debería permanecer “enchiquerado” cuando menos 25? Y se incendiaban las asambleas.

En el Senado de la República, el Pleno no sólo pidió acelerar la extradición de Karime Macías, esposa del ex gobernador de Veracruz y radicada ahora en Londres.  Planteó que Guatemala, el país que detuvo a Duarte y que se quedó con el monopolio de las acusaciones, incorpore en su manojo de hechos jurídicos el delito de desaparición forzada de personas para que el ex mandatario veracruzano pueda ser juzgado por ese ilícito. Y, de paso, atarlo en prisión durante muchos años y por crímenes de Lesa Humanidad.

En la Cámara de Diputados, el PAN presentó un punto de acuerdo en el que pidió al pleno  exhortar a la Procuraduría General de la República a que, “con carácter de urgente”, se reúna con un grupo de diputados para revisar el trabajo del ministerio público en torno de las acusaciones contra Javier Duarte, y se investigue cómo fueron fincadas éstas y por qué el ex gobernador acaba de ser sentenciado tan favorablemente para su causa, al grado de que muy pronto saldría de la cárcel.

A pesar de la sentencia tan blanda para Duarte, en San Lázaro ayer un posicionamiento del PRI llamó la atención por su cinismo.

El diputado federal del PRI Héctor Yunes Landa dijo en la tribuna que su partido coincide “con el punto de acuerdo propuesto por Acción Nacional”.

Ni más ni menos, el partido de Javier Duarte. Y el de la voz es Héctor Yunes, el candidato a gobernador de Veracruz cuando Duarte ostentaba el poder estatal: “En lo personal, como diputado, como veracruzano, como ciudadano, suscribo también este punto de acuerdo. La justicia no se abrevia, el castigo no se negocia. Si bien es cierto que la impunidad se termina con la aplicación de la ley, también es cierto que la aplicación de esta debe además ser justa, debe ser ejemplar. No fue el caso en la sentencia Duarte”, afirmó Héctor Yunes.

El Yunes del PRI (Héctor, porque el del PAN es el actual gobernador Miguel Ángel Yunes Linares) siguió: “La sociedad veracruzana sigue padeciendo el saqueo del exgobernador Duarte y de sus cómplices. El futuro de nuestros hijos y de los nietos de estos está hipotecado. Por eso la sentencia dictada ayer por un juez en contra de Duarte generó indignación entre los veracruzanos”.

¿Qué cosas tan graves hizo Duarte de Ochoa que hasta sus otrora cuates del PRI lo abominan? ¿O es que acaso ahora el priísmo, en su desesperación por no extinguirse, trata de aparentar  y busca hacerse de las banderas de una oposición que durante años ignoró y humilló?

Héctor Yunes continuó: “Por eso urgimos a que las autoridades en la materia, en la medida de que nuestro marco jurídico lo permita, corrijan y que lo hagan muy pronto, de lo contrario solo en una breve fracción de tiempo veremos a Javier Duarte libre, por la buena conducta que seguramente va a observar tras las rejas. Buena conducta, por cierto, que no observó como gobernador de Veracruz”.

Por el PAN habló Jesús Guzmán Avilés, quien dijo: “En Acción Nacional sabemos que no se puede hablar de avances en el combate a la corrupción si no se investiga y castiga responsablemente y eficazmente a los delincuentes como Javier Duarte, exgobernador de Veracruz. Duarte desfalcó al estado de Veracruz y también a los 212 municipios. Esa, compañeros y compañeras, es una realidad y no una fantasía”.

Y el apostille: “Hoy nos preocupa mucho la actuación errática de la PGR en la integración del expediente y el seguimiento del caso. Nos preocupa y nos indigna la forma en que la PGR está actuando a favor de la impunidad, a favor de quien evadió la acción de la justicia y sobre el que pesan acusaciones de la mayor seriedad”.

Y volvía a remachar: “Estamos hablando de más de 61 mil millones de pesos que fueron desviados por Javier Duarte, y sobre los que la Auditoría Superior de la Federación estuvo advirtiendo durante años sin que el gobierno federal hiciera nada. Las pruebas ahí están, como están las indagaciones del SAT sobre el desvío de 3 mil 300 millones de pesos que el gobierno de Veracruz habría entregado a 31 empresas fantasma”.

Morena, el partido que ganó todo casi en el país, y en Veracruz por supuesto,  dijo en voz de Raquel Bonilla Herrera: “La pena impuesta a Javier Duarte de Ochoa, ex gobernador de Veracruz, solamente de nueve años de prisión y una multa de 58 mil 890 pesos, es una burla para el sistema de justicia, y un agravio para la sociedad y el estado de Veracruz”.

Y la conclusión sentenciante del próximo partido en la presidencia de la República: “Javier Duarte se debe de estar riendo desde prisión al recordar que durante su gobierno él en dos días decidió encarcelar a un par de tuiteros acusándolos de terrorismo, equiparado con una pena de tres a 30 años de prisión sin derecho a fianza. Y cuando a él no se le ha levantado ninguna acusación por delitos de corrupción o cargos de delincuencia organizada a pesar de que durante su administración se utilizó una amplia red de empresas fantasmas para desviar recursos del estado de Veracruz”.

Redaccion Diario de Palenque

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