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Recibla bolsas de plástico

 Recibla bolsas de plástico

No las tiren por que se pueden utilizar como gorrito de baño cuando para la ducha, como protector para evitar que el tinte manche la ropa o para separar la ropa sucia en la bolsa del gimnasio.
A nivel ambiental, reciclar bolsas de plástico es mucho menos interesante que prescindir de ellas, pero de un modo u otro, aunque intentemos evitarlo, las muy pillinas acaban llegando a casa de la manera más insospechada.
Y es que por mucho que vayamos al súper con las bolsas reutilizables de tela, siempre hay momentos en los que la olvidamos o decidimos no cogerla por cualquier razón, por ejemplo, cuando hacemos una compra imprevista, con lo que finalmente acabamos coleccionando bolsas.
Como vimos en un post anterior, las bolsas de plástico son perfectas para seguir siéndolo durante un tiempo, básicamente mientras resistan. Pero reutilizarlas no es la única ni mejor opción para darles una segunda, tercera… o enésima vida.

Vestidos y bolsas reutilizables
Además de transformarlas en flores, ovillos, pulseras u ovillos con los que tejer desde una esterilla hasta un bolso o cesta, las bolsas de plástico pueden convertirse en otras muchas cosas.
Además de flores, aprovechar lo vaporoso del plástico nos permite hacer vestidos para muñecas o para mujeres. En lugar de convertir el plástico en un hilo, -es fácil hacerlo cortándolas en tiras, enrollándolas sobre sí mismas muy prietas y atándolas-, se trata de aprovechar su ligereza para crear una especie de vuelo que recuerda al tutú de las bailarinas.
Como puede verse en la primera imagen, es posible hacer un disfraz precioso con bolsas de plástico bien seleccionadas, que incluso parece un vestido de diseño. Un resultado que inspira, sencillo y a la vez con un toque artístico.
Si nos lo proponemos, con paciencia y un buen patrón, de un ovillo también es posible tejer un vestido tan divertido como el que puede verse en la siguiente imagen. ¿Complicado? En realidad no hay más truco que saber hacer croché e ir haciendo un ovillo realmente largo, sobre todo si no queremos lucir minifalda.
Ya puestos, también podemos combatir la plaga de bolsas de plástico que nos inunda tejiendo una bolsa reutilizable con ese mismo hilo confeccionado con ellas. De nuevo, hay que dominar las agujas, aunque siempre podemos ir haciendo ovillos para alguien que sí sepa hacer punto, con lo que los dos saldremos ganando.
Ideas para reutilizarlas
Si queremos encontrarles usos rápidos, que no precisen de transformaciones, también es fácil hacerlo de mil maneras. Lo más socorrido es usarlas de nuevo como bolsa, por ejemplo como bolsa de basura o como bolsa de recogida de desperdicios cuando vamos de picnic a la playa o al campo.
También son muy útiles como gorrito de baño cuando para la ducha, como protector para evitar que el tinte manche la ropa o para separar la ropa sucia en la bolsa del gimnasio, pongamos por caso.
Eso sí, no dejemos a los niños jugar con ellas para evitar riesgos innecesarios y, cuando las desechemos, cortemos las asas para evitar accidentes en los animales. Evitemos también dejarlas tiradas porque el viento puede llevarlas lejos y acabar dañando a la fauna, pues en ocasiones las confunden con alimento y las comen o se quedan enganchados con ellas cuando llevan asas.
Si queremos cuidar nuestros zapatos y el suelo está mojado atarse una bolsa en cada pie es una solución muy básica, pero que funciona a las mil maravillas. Luego bastará enjuagarlas un poco y dejarlas secar para volver a usarlas en otra ocasión.
Una curiosa opción es guardar algunas bolsas para nuestro minino, sobre todo si es de esos gatos que adoran el contacto con el plástico. De nuevo, hemos de asegurarnos de cortar las asas y, a continuación, tan solo pongamos unas cuantas a su alcance, sobre una alfombra, sofá, cama, en su cunita… Con suerte, el pequeño felino lo pasará en grande, una manera sencilla de hacerlo feliz.

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