Gran inversión de China a Brasil

El plan de inversión de China a Brasil es aún más importante para Brasil que el abultado intercambio comercial, y no se remite a proyectos de infraestructura sino a producir bienes industriales chinos en el país sudamericano, comentó el ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Armando Monteiro.
Monteiro es un fuerte defensor de la idea de que Brasil tenga más libertad para negociar con el mundo de la que le permite su filiación con la unión aduanera Mercosur. Así expresó: “La agenda comercial es muy importante, pero en este momento la agenda de inversión es más importante que la comercial”.
Asimismo, Brasil precisa promover un fuerte movimiento para atraer la producción de bienes industriales. Por lo tanto, que China vea a Brasil como una plataforma importante de producción, no sólo para el mercado regional sino también para algunos mercados que puedan ser atendidos mejor a través de Brasil es parte de lo que se busca.
Por su parte, ampliar las exportaciones hacia China es algo que Brasil desea y busca, pero no se sabe si podrán tener resultados muy significativos en el corto plazo. Por el momento es más interesante una estrategia en la que China produzca en Brasil una serie de bienes que hoy Brasil importa y que China exporta, como los electrónicos.
Las exportaciones a China serán en un plazo razonablemente corto, de una década. La cuestión es simple: China es el principal socio comercial de Brasil, pero es el décimo segundo inversor. Por muchas razones se puede transformar en el inversor más importante.
También en el país sudamericano tienen expectativas de que la cuestión de la exportación de la carne avance no solo en el sentido de bajar las restricciones en el terreno de las normas sanitarias, sino también en el sentido de habilitar a las empresas brasileñas a que puedan exportar directamente a China.
Por último, pensar en un tratado de libre comercio entre ambos países es un objetivo de mediano o largo plazo. Pero hay condiciones para avanzar mucho en las agendas bilaterales, concluyó Monteiro.