Conmemorarán 203 años del fusilamiento

 Conmemorarán 203 años del fusilamiento

De su celda, el cura Miguel Hidalgo fue escoltado al patio para su ejecución, donde recibió tres descargas y el tiro de gracia ese 30 de julio de 1811, aniversario luctuoso de uno de los hombres que le dieron patria y libertad a los mexicanos.

Los historiadores recuerdan que momentos antes de ser fusilado, a las 07:00 horas, como su último deseo, Miguel Hidalgo y Costilla pidió que le llevaran dulces que había olvidado en su celda, mismos que distribuyó entre los soldados que le iban a quitar la vida hace 203 años.

Don Miguel Hidalgo fue uno de los líderes del movimiento armado de 1810, que dio inicio a la lucha de Independencia de México, cuando él tenía 57 años y se convirtió en el enemigo más temido de la Nueva España.

Con un montaje teatral se recordarán estos pasajes este miércoles, con el Grupo Independiente de Teatro y Arte y elementos militares, en el patio central de Palacio de Gobierno, al cumplirse el 203 aniversario luctuoso de la muerte de Hidalgo en la ciudad de Chihuahua.

En este montaje teatral intervienen elementos del 23 Batallón de Infantería de la V Zona Militar, quienes representarán a los soldados realistas que dieron muerte a Hidalgo hace 203 años, en esta capital, informó el gobierno estatal.

Horas antes de ser fusilado, el cura Hidalgo expresó: “No me tengas lástima, sé que es mi último día, mi última comida y por eso tengo que disfrutarla, mañana ya no estaré aquí, creo que eso es lo mejor, ya estoy viejo y pronto mis achaques se van a comenzar a manifestar, prefiero morir así que en una cama de hospital”.

Estas palabras fueron escritas por el teniente Melchor Guasepe en 1848, quien estaba a cargo de cuidar a los prisioneros, las recuperó el historiador Miguel Mathes, profesor emérito de la Universidad de San Francisco, California.

El cura Hidalgo indicó con su mano al pelotón el lugar exacto donde debían dispararle: el corazón. Posteriormente, el cuerpo fue expuesto en la plaza y decapitado.

Miguel Hidalgo nació el 8 de mayo de 1753 en la hacienda de Corralejo, jurisdicción de Pénjamo, Guanajuato, y desde su juventud manifestó su inconformidad contra el gobierno virreinal.

En 1779 se ordenó sacerdote y en 1800 fue denunciado como hereje ante el Santo Oficio de la Inquisición por leer libros prohibidos, cuestionar los dogmas de fe, entre otros, de acuerdo con información de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

“El Zorro”, como era conocido por su astucia e inteligencia, mantuvo una constante preocupación hacía los sectores más pobres de la población, misma que aumentó cuando se convirtió en curato de Colima y comenzó a percatarse de las carencias económicas en las que vivían sus feligreses.

Debido a la muerte de su hermano Joaquín, en 1803, Hidalgo lo sustituyó en la parroquia de Dolores, cargo que utilizaría para acercarse al pueblo años después.

El 16 de septiembre de 1810, a las 5:00 horas, el cura llamó al pueblo con el sonido de las campanas, como si convocara a misa, a unirse al movimiento que tenía como fin de derrotar al gobierno español y terminar con la opresión hacia los novohispanos.

Con este acto dio inicio la lucha por la Independencia del país y, posteriormente, el caudillo insurgente encabezó batallas como la del Monte de las Cruces.

Estuvo frente a la lucha armada por algunos meses hasta que fue capturado en marzo de 1811 y enviado a Chihuahua en donde fue sometido a juicio, proceso que se alargó por su condición sacerdotal, pero finalmente fue fusilado el 30 de julio de 1811.

En 1925, los restos del Padre de la Patria fueron trasladados a la Columna del Ángel de la Independencia, en la ciudad de México.

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