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Roya amenaza al campo cafetalero en Chiapas

 Roya amenaza al campo cafetalero en Chiapas

A siete años de su llegada a México, la roya anaranjada ha tenido un impacto devastador para la cafeticultura en la Frontera Sur y está impulsando una transformación profunda en el sector que pone en riesgo la producción del café arábigo de pequeña escala, confirmaron especialistas en el tema.
Durante un estudio realizado en el municipio de La Independencia, los especialistas revelaron que el cambio climático ha mejorado las condiciones para la reproducción de enfermedades de los cultivos en general durante las últimas décadas.
Además el abandono del sector por parte del estado desde 1980, la liberalización económica y los precios bajos y volátiles que reciben los productores, han llevado al abandono y descuido de los cafetales, lo que aumenta la vulnerabilidad ecológica de las plantas a enfermedades como la roya.
De 2012 al 2016 la producción a nivel estatal bajó en un 50 por ciento, según informó el Instituto del Café de Chiapas (Incafech), sin embargo en municipios de la Frontera Sur, como La Independencia, Las Margaritas, La Trinitaria y Frontera Comalapa, se perdió hasta 100 por ciento de la cosecha.
Artemio Hernández, socio de la Cooperativa “La Unión de Ejidos de la Selva”, quien vive en el ejido Playa Azul de La Independencia, perdió todas sus plantas de café arábigo con la llegada de la roya, por lo que se veía obligado a dejar la cafeticultura para dedicarse a la albañilería y de esta manera poder sobrevivir.
Otros productores han tenido que salir de sus comunidades para poder encontrar trabajo en las ciudades más grandes de México o hasta en Estados Unidos.
Un caso es el de Guillermo López, un joven de tan sólo 22 años originario de la comunidad La Florida, municipio de La Independencia, quien tuvo que dejar su parcela para ir a trabajar a Ciudad Juárez, Chihuahua, en una fábrica de autos.
Para Guillermo, las condiciones de trabajo en el norte son muy difíciles: “el trabajo está muy barato, pues el sueldo de 700 u 800 pesos a la semana, con transporte y comida, sólo alcanza para sobrevivir”.
Con las condiciones del mercado tan difíciles y con precios altamente volátiles, los riesgos asociados con la inversión en la renovación de los cafetelas desincentiva la continuación de este negocio, especialmente para los productores más marginados.
En el futuro es probable que muchos de los pequeños productores que cuentan con menos de dos hectáreas abandonen la actividad y que sólo los productores más capitalizados y con ingresos fuera del sector sigan adelante, concluyeron.

Redaccion Diario de Palenque

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