En Palenque; casos de paludismo van a la baja
El año pasado se presentaron 99 casos de Paludismo en la región y en este 2017 ya se han dado 13 casos (ya se atendieron correctamente por personal de salud), principalmente en los municipios de Ocosingo y Frontera Corozal; declaró Isidro Bautista Merlín, Jefe de Distrito en programas de Salud de la Jurisdicción Sanitaria VI Selva.
Informó, que el paludismo es causado por un parásito denominado Plasmodium, que se transmite a través de la picadura de mosquitos hembras infectados del género Anopheles; en las personas, los parásitos se multiplican en el hígado y después infectan los glóbulos rojos.
La intensidad de la transmisión depende de factores relacionados con el vector, el parásito, el huésped humano y el medio ambiente; los mosquitos se crían en agua dulce de poca profundidad (ríos, lagunas charcos, y con diversa vegetación litoral, en estanques pantanosos y bordes de los cursos de agua en movimiento).
Isidro Bautista informó, que en el año 2008 se reportaron 358 casos de Paludismo, en el 2009 fueron 386, en el 2010 se dieron 321, en el 2011 fueron 275, en el 2012 se presentaron 88, en el 2013 fueron 68, en el 2014 se dieron 69, en el 2015 fueron 64 y en el 2016 se atendieron 99 casos de Paludismo en los municipios que integran la Jurisdicción Sanitaria.
“Para realizar acciones preventivas y atender los casos de paludismo que se presenten, se cuenta con un equipo de trabajo de 90 compañeros en toda la Jurisdicción, los cuales están distribuidos en municipios con más incidencia de casos: Ocosingo, Yajalón, Sabanilla, Tila, Tumbalá y Palenque”, externó el Jefe de Distrito.
La Secretaría de Salud señala, que la transmisión del paludismo se ubica en diez entidades federativas, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo y Tabasco en el sursureste y Chihuahua, Durango, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Sonora en el noroeste.
PREVENCIÓN
La dependencia da a conocer una serie de medidas de control tanto físico, como químico o biológicas aplicadas de manera que efectiva y dirigidas a los mosquitos; el primero es el control físico, que se basa en la Eliminación y Modificación de Hábitats y Criaderos de Anofelinos (EMHCA’S), mediante la participación comunitaria, para la remoción de algas verdes filamentosas presentes en los criaderos y el corte de vegetación peri domiciliaria, que es el sitio de reposo de vectores adultos.
Además, se recomienda promover la instalación de barreras físicas (mallas mosquiteras en puertas y ventanas, uso de pabellones, encalamiento de vivienda, entre otras acciones), para impedir el acceso de mosquitos a las viviendas. Y el segundo es el control químico, que se recomienda en caso de brotes o posterior a desastres naturales, y se aplican larvicidas o adulticidas químicos o biológicos.
