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El Chapo aclara desde prisión su versión sobre el crimen del cardenal Posadas Ocampo

 El Chapo aclara desde prisión su versión sobre el crimen del cardenal Posadas Ocampo

Agencias

Pese a que Joaquín “El Chapo” Guzmán enfrenta una condena de cadena perpetua en una prisión de Estados Unidos, el exlíder del Cártel de Sinaloa intenta limpiar su nombre, al menos en uno de los crímenes más recordados de México. Y es que, desde su celda, el narcotraficante escribió una carta que fue traducida y adaptada por su abogada, Mariel Colón Miró, para ser enviada al juez Brian Cogan y solicitar un nuevo juicio.

En la misiva, el Chapo asegura que el gobierno mexicano lo utilizó como chivo expiatorio para culparlo del crimen del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, quien en ese entonces era arzobispo de la Arquidiócesis de Guadalajara, en Jalisco. Según informa el diario Milenio, Guzmán Loera narró en su escrito que el día del asesinato, ocurrido el 24 de mayo de 1993, él se dirigía a la playa y quedó atrapado en medio de un fuego cruzado en el aeropuerto de Guadalajara.

“El señor Guzmán llegó al aeropuerto de Guadalajara para ir a la playa. Estacionó su auto y salió para buscar sus maletas en la cajuela. Cuando abría la cajuela de su auto para bajar sus cosas, otro carro llegó y se estacionó justo junto al auto del señor Guzmán. Mientras bajaba su equipaje, escuchó disparos muy cerca de él”, indicó Colón, según lo relatado por su cliente.

“Se dio cuenta de que algunos hombres estaban disparando al auto que estaba a su lado. La gente en el estacionamiento comenzó a correr, incluyendo al señor Guzmán, quien dejó sus pertenencias detrás para buscar donde esconderse. La identificación del señor Guzmán también se quedó en el piso del estacionamiento. El gobierno mexicano tomó ventaja de eso y se llevó la identificación para tener a alguien a quien culpar”, agregó la abogada.

Ese detalle, según el Chapo, fue lo que lo convirtió en uno de los narcotraficantes más buscados del mundo, cuando un día antes del crimen “no existía para el gobierno mexicano”. De acuerdo con la versión oficial, el cardenal murió por disparos tras un enfrentamiento entre sicarios de los Arellano Félix y el propio Chapo, hipótesis que está negando el narcotraficante desde prisión.

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