Epidemia de VIH en prisiones: homosexualidad y falta de protección.
Un terrorífico drama se cierra sobre las cárceles de Tabasco, donde la sombra del VIH se ha vuelto más oscura y amenazante que nunca. Desde 2018, los casos de reclusos infectados con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) han estado en constante alza, y la situación parece estar fuera de control.
¿La razón detrás de este alarmante incremento? El crecimiento de la homosexualidad entre los reos y la total falta de programas de protección, como la distribución de condones.
En un oscuro giro de los acontecimientos, en 2018 se reportaron 22 casos de VIH entre los internos, una cifra que, de manera constante y preocupante, ha ido escalando hasta alcanzar los espeluznantes 42 casos en 2022.
Sorprendentemente, en septiembre de 2023, la situación no ha mejorado en lo más mínimo, manteniéndose congelados en la misma cifra: 42 internos portadores de esta enfermedad letal.
BROTE ATERRADOR
Este sombrío panorama se ha expandido por Múltiples prisiones en todo el estado de Tabasco, con lugares como el Creset, el Cereso de Cárdenas, Comalcalco, Cunduacán, Macuspana, Huimanguillo y Tacotalpa siendo testigos de este brote aterrador.
Lo que resulta aún más sorprendente, el penal de Tenosique es el único oasis en este desierto de desesperación, ya que no ha registrado ningún caso de contagio en los últimos cinco años.
SUMAN UN MUERTO
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana también ha confirmado la muerte de una persona relacionada con esta enfermedad, un hombre en el penal de Comalcalco, lo que acentúa la gravedad de la situación.
En términos numéricos, el Creset, ubicado en la ciudad de Villahermosa, se alza como el epicentro de esta epidemia en los ocho Centros de Reinserción Social (CERESOS) de Tabasco, con un escalofriante total de 26 casos confirmados en el presente año, entre los los cuales se incluyen 21 hombres y 5 mujeres.
Por otro lado, el Cereso de Comalcalco ocupa el segundo puesto en esta pesadilla, con 13 hombres contagiosos de VIH. Lo que resulta aún más inquietante es la completa ausencia de casos entre las mujeres.
