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Reflexiones sobre la Caravana Migrante y la Consulta del NAICM.

Por: Francisco Álvarez Sanen
La agenda pública nacional ha sido marcada por estos dos temas en los últimos quince días, y no es para menos. El primero, atrajo los ojos del mundo y la atención de todos los mexicanos, también, reveló en amplios sectores todos los sentimientos que genera el paso de migrantes por territorio nacional para llegar al país del norte; uno de esos sentimientos es el miedo, que se refleja en comentarios que iban desde llamados al orden y control migratorio para garantizar el paso seguro de la Caravana y evitar la introducción de supuestos delincuentes o pandilleros que la acompañan, hasta la xenofobia y la discriminación directa por el hecho de ser extranjeros y desplazados. Como todo tema toral, la polarización se hizo ver en dos posturas encontradas, la primera ya descrita e inspirada por la fobia, y la segunda por la de la solidaridad que se manifestaba en llamados para garantizar el paso seguro y asistencia humanitaria para los qué no dejaron su hogar por gusto o esparcimiento. No es ningún rumor el auténtico infierno en el que se ha convertido el trayecto migrante por nuestro país, tampoco lo es el hecho que una vez en la frontera norte inicia otro martirio: El recorrido través del desierto de los estados fronterizos estadunidenses. El debate en redes y en distintos escenarios deja sobre en la mesa la polarizante y contradictoria postura de los mexicanos respecto a la migración y relación con los países vecinos y hermanos del sur. Creo, que fuera de las acciones sumisas del actual gobierno federal y la torpe iniciativa de impedir el paso por medio de la fuerza pública de la Caravana, lo más relevante y preocupante es la posición de un país con tradición migratoria como lo es México en un tema que nos ha acompañado y seguramente lo hará en los próximos años, tanto por nuestros paisanos migrantes y por ser paso obligado de todo aquél que se aventura al sueño americano desde el sur. Tenemos mucho trabajo por hacer en los meses siguientes y a largo plazo, sobre todo si México a través del nuevo gobierno que busca desde sus inicios activar la vida económica a través de la inversión pública y el estímulo de sectores prioritarios se convierta en un imán de oportunidades para encontrar un empleo de los que han perdido la esperanza incluso de sobrevivir en sus países de origen. Tenemos una cita con el análisis, la conciencia y la reflexión para aliviar la tensión que generan posturas que solo alientan a la violencia y confrontación entre seres humanos con los mismos derechos y oportunidades, incluso, entre mexicanos.
Sobre la Consulta se ha dicho mucho, sobre todo en el fin de semana de su realización. Los medios tradicionales y digitales se han encargado de llevar el tema sobre lo que va a pasar con el NAICM a diversos escenarios, la mayoría de ellos inspirados por intereses económicos y políticos buscando desacreditar la naturaleza misma de la Consulta: Tomar en cuenta a lo popular. Creo que es necesario discernir sobre lo que está en juego más allá de errores en los mecanismos o la convocatoria misma que aunque es necesario poner en tela de juicio, resulta evidente que es el instrumento de golpeteo predilecto para restarle cualquier legitimidad a la Consulta. Al parecer, no se trata de cuál será el destino del NAICM lo que tiene preocupado a ciertos intereses, si no el hecho de que se haya llevado a consulta, y que esta, llegue para quedarse, ¿se imaginan ustedes una consulta hace 5 años sobre la Reforma Energética o la Educativa? No hay que ser muy diestros para saber lo que hubiese decidido la sabiduría popular. En este tema de ser consultados también brota el arraigado clasismo y desprecio que pone sobre la mesa el inmenso trabajo de conciliación que hay por delante. Por las redes circulaban imágenes de personas, la mayoría de ellos con rasgos y vestimenta tradicional indígena en dónde se hacía una burla o sátira referente a la participación de estos. Parece ser que en la cuadratura ideológica de los que comparten esta visión, hay mexicanos que no se deben tomar en cuenta por el simple hecho de ser indígenas, o en apariencia, incapaces o excluídos de un tema como lo del aeropuerto que ante su envergadura y lo que representa, compromete una buena parte del presupuesto y temas fundamentales para el futuro del país como lo son el medio ambiente o la paz social de regiones enteras. Como contraste a la sátira, da gusto ver en los mismos espacios imágenes de municipios 90% indígenas como Túmbala, Chiapas con cierta afluencia de votantes. Efectivamente, muchos de los que salieron a participar no tienen idea de cómo funciona un Aeropuerto y todo lo que implica, pero sí tienen claro, que deben ser consultados para un tema de interés nacional, y eso a futuro estimula la participación, la conciencia política y la vinculación con temas de trascendencia nacional que poco a poco nos llevarán a tomar entre todos las mejores decisiones para el bien común. De ser así, Andrés Manuel dejará un legado invaluable para el presente y el futuro de nuestro país.

Redaccion Diario de Palenque

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