Ohtani a los Dodgers; seguidores de Los Ángeles, fascinados; fanáticos del béisbol, desanimados
La noticia de la llegada de Shohei Ohtani a los Dodgers no fue tan sorpresiva, se esperaba que el japonés arribara a cualquier otra franquicia. Fueron semanas de drama y expectativa, cualquiera esperaba el día del desenlace y conocer el resultado. No fue tan espectacular. Al final se quedó prácticamente en casa.
Shohei Ohtani es el beisbolista japonés que por su capacidad polifacética en el terreno de juego es llamado El Fenómeno. Tiene una particularidad que en el béisbol profesional es rara hoy en día: es un bateador de poder y al mismo tiempo juega como lanzador. Hoy en día el pitcher no suele ser eficiente al bate, hasta hay ligas que juegan con un bateador designado en su lugar.
Por sus cualidades, Shohei Ohtani es comparado con Babe Ruth, al que se le considera el mejor beisbolista de todos los tiempos. Shohei Ohtani brillaba con su equipo hasta su lesión en la temporada más reciente. Luego se anunció su salida de la novena, se convirtió en agente libre. Cualquiera podía hacerse de sus valiosos servicios. Cualquiera que le llegara al precio.
Empezó el drama, los nombres de los equipos que lo pretendían sonaban. Se hablaba de los Yankees y de sus archienemigos los Medias Rojas de Boston; se hablaba de los Cachorros de Chicago, célebres desde 2016 en que volvieron a ser campeones después de ciento ocho años. Dodgers también estaba en la lista de pretendientes, pero ese nombre no era tan expectante.
El equipo que dejó ir al Fenómeno es el que de forma equivocada se conoce como los Serafines de Anaheim y el que lo compró es el de los Dodgers. No se fue tan lejos. En realidad, su equipo anterior se llama Los Ángeles de Anaheim y Los Ángeles, un equipo con doble franquicia. Los Dodgers también son de los Ángeles.
El japonés se quedó en casa. Para los seguidores de los Dodgers es una historia con final feliz, aunque la franquicia angelina haya desembolsado el contrato más caro en la historia del béisbol profesional, 700 millones de dólares por diez años.
En cambio, la novela de Shohei Ohtani no tuvo un término tan espectacular para el resto de la fanaticada; los seguidores del béisbol de Grandes Ligas esperaban otro desenlace, uno donde vieran al Fenómeno con un uniforme no californiano. La llegada del japonés a la novela angelina de la Liga Nacional no a todos tiene contentos.
