Cancel Preloader

Hablando de historia.

 Hablando de historia.

Profesor Agustín Román Alvares Bolívar

Cronista municipal de Palenque

PUEBLO EN VILO: SAC BAHLAN DEL LACANDON ANTES DE SU DESTRUCCION POR LOS ESPAÑOLES

Gracias a su conquista relativamente tardía, los lacandones de Sac-Bahlán recibieron de los españoles mucha más atención etnográfica que cualquier otra nación indígena de Chiapas en tiempos anteriores. El interés excepcional de los conquistadores por los lacandones de 1695 se explica en parte por la leyenda que se había formado acerca de esos indios insumisos. Una vez localizada y pacificada su cabecera, los conquistadores se apresuraron a conocer sus costumbres exóticas y comunicar este reconocimiento a los demás criollos de Guatemala y Chiapas. El resultado fue una serie de informes que a veces se repiten y se completan mutuamente, pero que afortunadamente casi nunca se contradicen. Como todos fueron escritos además por testigos oculares, son en alto grado fidedignos, en cuanto expresan, claro está, al punto de vista de extranjeros sinceramente interesados.

Parte de estos documentos fueron analizados por primera vez en 1972 por el etnohistoriador norteamericano Nicholas Hellmuth en un artículo publicado en la revista América Indígena, con el título: Progreso y Notas sobre la Investigación Etnohistórica de las Tierras Bajas Mayas de los Siglos XVI a XIX. De este estudio, la primera parte dedicada a los lacandones de Sac-Bahlán. Cinco años más tarde, en 1977, el mismo autor público un nuevo estudio.

Huelga decir que sus dos artículos han sido para nosotros una mina de oro. Esperamos ofrecer así un análisis mayormente crítico de las mismas. Esperamos ofrecer así al lector un panorama más completo de ese “pueblo en vilo” que fue Sac-Bahlán del Lacandón en 1695.

Si nuestra interpretación es correcta, Sac-Bahlán era una fundación relativamente nueva; cumplía en 1695 apenas un siglo. Había reemplazado, a finales del siglo XVI, una cabecera anterior, llamada Lacam-Tun y situada en medio de una laguna que llevaba el mismo nombre. En 1695 los naturales de Sac-Bahlán seguían todavía llamándose a sí mismos “lacandones” si podemos creer a Fray Antonio Margil y sus compañeros, que en varias ocasiones han afirmado que los indios solían identificarse así delante de ellos. Había pues, conservado el nombre del sitio donde antes había estado su asiento principal. Recordemos también pues lo que comunicaron los cinco lacandones capturados cerca de la laguna, habían sido desalojados por sus habitantes hacia un refugio más apartado en la zona ribereña del Usumacinta. Sin embargo, la laguna de Lacandón seguía siendo en 1695 si no zona de población por lo menos una región integrada dentro del sistema socio económico de la tribu. Sac- Bahlán era, pues, en 1696 el nuevo centro de Lacandón. Para localizarlo tenemos a nuestra disposición varios informes. Lo más valiosos son los que describen el camino que se utilizó para la entrada desde Huehuetenango y que el presidente Barrios Leal tomo de regreso a Guatemala. Estas fuentes indican que Sac-Bahlán estaba situado a cinco leguas de la confluencia del rio San José (el rio Ixcán) con el rio Jataté Inferior, donde este se transforma en el rio Lacantún. Para llegar de este rio a Sac-Bahlán, el camino cruzaba el cerro “que hacia cordillera al pueblo”. Al otro lado de esta serranía se extendían, según al decir de los informantes, “unas grandes sabanas” (Pedro de Concepción). En la orilla de esta llanura “como cosa de cuatro cuadras salido de la montaña” estaba asentado Sac-Bahlán. Armados con estos datos podemos situar aproximadamente la cabera de Lacandón en el mapa trazado en 1960 por la Defensa Nacional Mexicana, hasta ahora el mapa más detallado que se ha hecho de la región en cuestión. Podemos pues localizar Sac-Bahlán al extremo oeste de la sabana, con el Cerro de los gemelos de espaldas y el Cerro Xanabcú enfrente, este último a una distancia algo más grande. No sería del todo imposible redescubrir sobre el terreno mismo el asiento antiguo. En el informe de Fray diego de Rivas hay algunas indicaciones adicionales que permiten una localización todavía más precisa. Dice este informe: “el agua que bebe este pueblo es de unos pozillos, y están en dos partes en unas barranquillas; en el extremo tienen también un copioso arroyo, por el camino por donde se entró antes de salir del monte, a cosa de doce cuadras. . .”.

Es además posible que se hayan conservado algunos vestigios de la plataforma sobre la cual estaban edificadas probablemente las tres casas de la comunidad de Sac-Bahlán, puesto que estas estaban construidas, según el mismo informe, “en la parte superior del pueblo”. Estos datos nos parecen ser suficientes para poder localizar in situ la antigua cabecera de los lacandones; con la condición, claro está, de que la vegetación tropical no haya destruido todo o que una colonia reciente de campesinos no haya cambiado irreconociblemente el paisaje original.

Redaccion Diario de Palenque

Notas Relacionadas