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‘red flags’ que indican que tu empresa necesita gobierno corporativo

 ‘red flags’ que indican que tu empresa necesita gobierno corporativo

De acuerdo a proyecciones del Banco Mundial, dos de cada tres empresas desaparecen antes de los cinco años; principalmente por la falta de aplicación de mejores prácticas.

Redacción: Tuxtla Gutiérrez

Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) afrontan una serie de obstáculos para mantenerse, desarrollarse y crecer. De acuerdo con la Radiografía del Emprendimiento en México 2020, entre los factores más comunes que llevan al fracaso de un negocio se encuentran la mala administración, problemas entre socios y con miembros del equipo, así como las dificultades para encontrar fuentes de financiamiento.

De acuerdo con cifras del Banco Mundial, dos de cada tres empresas desaparecen antes de los cinco años, principalmente por la falta de aplicación de mejores prácticas. Para que una compañía pueda crecer, sobrevivir al cambio generacional y evitar su cierre, se debe institucionalizar, generar una estructura sólida e implementar controles más eficientes.

“El gobierno corporativo es un modelo que permite que negocios, de todos los tamaños y giros, puedan incorporar mejores prácticas, mejores controles y reglas que incentiven su desarrollo. Por medio de este mecanismo las compañías pueden sortear algunos de los problemas más comunes que llevan al fracaso”, señala el Dr. Guillermo Cruz, presidente y fundador de Asesores de Consejo y Alta Dirección (ACAD), empresa que ofrece servicios de consultoría a negocios familiares y Pymes. 

Implementar prácticas de gobierno corporativo ayuda a prevenir el impacto negativo de una mala organización, pues sirven como una guía de acción para lograr rendición de cuentas, mejor toma de decisiones, transparencia, estabilidad y definir estrategias orientadas a resultados.

De acuerdo con ACAD, éstas son cinco red flags (banderas rojas) que indican que una compañía necesita implementar mejores prácticas:

  1. Decisiones a cargo de una sola persona. Es una práctica común que el fundador de una empresa sea quien lleve la voz principal,  pero ante una sola voz y una sola forma de ver las cosas, las posibilidades de encontrar soluciones se ven limitadas. Ésta es una verdadera ‘red flag’ para cualquier organización por dos aspectos principales: no existe un proceso colegiado de toma de decisiones y el funcionamiento de la empresa se centra en un solo miembro.

El hecho de que la operación de un negocio dependa de una sola persona puede poner en riesgo el funcionamiento de la compañía a futuro y evitar que sobreviva más de una generación. Solamente el 12% de los negocios familiares llegan a la tercera generación y la sucesión empresarial puede ser un proceso complejo.

  • Problemas entre socios. El 25% de las empresas fracasan debido a problemas entre socios, según cifras de la Radiografía del Emprendimiento en México 2020. Las Pymes y las empresas familiares enfrentan algunos retos parecidos. Muchas veces estas organizaciones no cuentan con estructuras sólidas que permitan la formación de consejos para la toma de decisiones o resolución de problemas, lo cual puede llevar a sufrir conflictos internos.

El gobierno corporativo permite desarrollar estructuras y órganos que logran que el negocio se administre de manera profesional, así como que se tomen decisiones pensando en el bienestar de la empresa, por encima de desacuerdos o rencillas personales.  

  • Falta de claridad en las funciones. Muchas veces dentro de las organizaciones no existe una descripción puntual de las funciones que tienen que desempeñar los socios y los integrantes de la empresa, así como sus responsabilidades. Esto puede llevar a malentendidos, a una falta de cobertura de las funciones necesarias para operar, a remuneraciones injustificadas o que no pueda existir un ejercicio de rendición de cuentas.
  • Falta de controles internos. Todas las empresas deben de contar con controles internos que permitan una mejor administración, seguimiento y fiscalización de los distintos procesos. Estos controles permiten prevenir fraudes, malos manejos, comportamientos indebidos, entre otros riesgos. Contar con este tipo de controles también ayuda a que las organizaciones puedan evaluar estrategias, así como el rendimiento o desempeño de todo el personal de la empresa. 
  • Falta de planeación. Para crecer y desarrollarse, las empresas necesitan de planeación estratégica. Esto significa que las organizaciones establecen metas a corto, mediano y largo plazo. Dichos objetivos deben definirse con base en la situación actual del negocio y de sus proyecciones a futuro. “Sin planeación, las empresas difícilmente pueden conquistar sus metas, es como caminar sin rumbo. Una vez definido el rumbo, los objetivos, los desafíos y las capacidades para sortearlos, las posibilidades de éxito se potencializan”, añade el fundador de ACAD.

Redaccion Diario de Palenque

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