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Huachicoleros de arriba

HUACHICOLEROS DE ARRIBA
(PARTE 1)
POR: EBER ALEGRÍA

Antes de adentrarnos al tema de hoy, es de vital importancia conocer en lo general y en lo particular a que se refiere la palabra: “HUACHICOL” que tanto se habla en estos días durante este periodo de gobierno de Andrés Manuel López Obrador y que en los años anteriores de los gobiernos Priistas y Panistas nunca se había escuchado como tal.

En México, se llama huachicolero o guachicolero a la persona que se dedica al robo y venta ilegal de combustible (gasolina o diésel) y bebidas alcohólicas adulteradas. Esta actividad empezó a tomar relevancia a partir de la liberación de precios del combustible, propuesta en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto. La palabra deriva de huachicol más el sufijo –ero que, en sustantivos, indica oficio, ocupación, profesión o cargo. El huachicol es una bebida alcohólica adulterada con alcohol de caña y con otros compuestos, y también sirve para nombrar el combustible robado, que puede estar adulterado.

Hoy en día, en ciertas zonas de México, la producción y comercialización de productos adulterados, piratas, clonados o robados se ha convertido en una actividad económica muy lucrativa y comúnmente propiciada y tolerada por los propios habitantes, ya sea por conveniencia o por miedo. Esta actividad se desarrolla principalmente en los estados de Puebla, Hidalgo, Oaxaca, Guanajuato, Veracruz y Tamaulipas; algunos de los factores que la favorecen son la escasa infraestructura carretera y la cercanía a los ductos que comercializan combustible hacia el centro del país. A la zona donde se adultera o se comercializa el combustible robado en México se le ha denominado el “triángulo rojo” o la “franja roja”.

Generalmente, el robo de combustible se realiza directamente de los oleoductos de Petróleos Mexicanos, de los cuales se extrae el combustible a través de perforaciones. A esta técnica se le conoce comúnmente como ordeña de ductos.

Después de detectar el ducto, los huachicoleros realizan un corte e instalan luego una llave improvisada para poder extraer el combustible, que se vende más tarde en tianguis cercanos o directamente a traileros que pasen por el poblado.

Generalmente, los precios se establecen entre 8 y 10 pesos el litro. El diésel y la gasolina magna son los combustibles más comercializados. En México, esta actividad es un delito federal. Sin embargo, a mayo del 2017 no se había reportado sentencia alguna en contra de uno solo de los grupos delictivos que se dedican a la extracción ilegal de combustibles. El gobierno federal puso en marcha el 20 de diciembre del 2018 el Plan Conjunto de Atención a las instalaciones de Pemex, que tiene como propósito evitar el robo de combustible y acabar con la corrupción que conlleva, el presidente López Obrador aseguró que, en sólo 5 días, este plan disminuyó 55 por ciento el robo de hidrocarburos. A pesar de declaraciones que desmienten el desabasto de gasolina, en las primeras semanas del 2019 la población ha referido ausencia de gasolina, así como gasolineras cerradas en varios estados de la república. Esto último, es consecuencia al plan puesta en marcha y el pueblo sufre según ellos al cerrar los ductos donde extraían la gasolina de manera ilegal en complicidad entre los de arriba y abajo.

Por eso recientemente, Elementos de la División de Fuerzas Federales, con apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional, decomisaron 33 mil 800 litros de hidrocarburo en el municipio de Progreso, Hidalgo, informó la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

El aseguramiento ocurrió cuando uniformados, que llevaban a cabo patrullajes de disuasión y vigilancia en diferentes tramos del poliducto Tuxpan-Azcapotzalco localizaron en el municipio de Progreso un predio baldío con excavaciones.
Al inspeccionar el lugar, en coordinación con personal de Petróleos Mexicanos (Pemex), hallaron cinco contenedores de plástico con capacidad para 10 mil litros cada uno, cuatro de ellos abastecidos al 80 por ciento con presunto diésel, y dos recipientes con rejilla metálica, con capacidad de mil litros cada uno, abastecidos al 90 por ciento.

El combustible asegurado y los contenedores fueron puestos a disposición del Agente del Ministerio Público de la Federación, para que efectúe las indagatorias correspondientes y deslinde responsabilidades.

Durante los últimos años han sido sustraídos más de dos mil millones de litros anuales de gasolina y, según el nuevo director de Pemex, Octavio Romero, los autores del hurto no son personal ajeno a la paraestatal.

Se trata del robo de la década: más de 200 mil millones de pesos en sólo diez años. Habría funcionarios de confianza involucrados en la maniobra, pero también personal adscrito al sindicato de trabajadores petroleros.

Redaccion Diario de Palenque

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