Masiva peregrinación en Ocozocoautla

Cientos de personas llenaron la vía que conecta a esta ciudad con la comunidad de Ocuilapa, para volver a revivir la tradición de peregrinar en honor a la Virgen de la Asunción, tras dos años de suspensión de este evento por la pandemia.

Desde las 05:00 horas de este miércoles, el Parque Central comenzó a ser testigo de las personas que de apoco se iban dando cita en dicho lugar, además de aquellos que entraron a escuchar la misa previa al inicio de la peregrinación.

Pasadas las 6:00 de la mañana, salió el contingente de la parroquia de San Juan Bautista para tomar el camino que los llevaría a la comunidad de Ocuilapa, haciendo la primera parada frente al parque de San Antonio.

Los peregrinos caminaron con la imagen por toda la carretera panamericana, en el cual el contingente se multiplicó al pasar en el parque de Cruz Blanca, en donde muchas personas ya aguardaban para incorporarse a la Virgen de la Asunción.

Cerca de las 7:00 de la mañana comenzó el camino por la ruta de Apic Pac, con un contingente muy superior al primero que había salido, y es que cientos de personas volvieron a fortalecer esta tradición que año con año promueve la fe y demuestra el arraigo del pueblo con el catolicismo.

El andar fue bastante largo, aunque el clima fue un perfecto aliado de los peregrinos, ya que el clima nublado hizo que el desgaste fuera mucho menor, en el cual las familias pudieron disfrutar del paisaje y de una brisa fresca que les llegaba mientras andaban.

El descanso previo a tomar el desvío hacia la comunidad fue muy placentero, allí muchos aprovecharon a tomarse fotos y a disfrutar del lonche que llevaban, refrescarse un poco con agua, retomar fuerzas para iniciar el trayecto final.

Justo en el crucero de Ocuilapa se llenó de algarabía, y es que los feligreses de dicho poblado esperaron el peregrinar en ese punto y con cuetes, vivas, confeti y múltiples canciones se alegraron de la llegada de la Virgen a su comunidad.

Y es que hacía dos años que no se vivía esta tradición, por ello este peregrinar fue muy especial, hubo llanto de algunos de los organizadores, quienes notaron la emotividad de este evento, retomando su esencia.

Los últimos dos kilómetros de los 13 que se recorren fueron de mucha fiesta, esto debido a que es el camino donde se pasa ya en la comunidad, por lo que los adornos de las calles le dan un toque muy especial al contingente, además de que la música y las felicitaciones no cesan en cada esquina, previa a llegar a la iglesia de Ocuilapa.

Finalmente, cerca del mediodía arribó la imagen católica a la parroquia central de Ocuilapa, en donde las emociones se desbordaron de tanta algarabía, en un convivio que, sin duda llenó de júbilo a muchas familias, por un año más de esta tradición que ha vuelto a su esencia.