CAZA FURTIVA DE ANIMALES
El negocio de la caza furtiva de animales mueve millones de dólares en el mundo, pero también amenaza gravemente la vida de millones de especies y el equilibrio de sus ecosistemas.
REDACCIÓN: PALENQUE
Se trafica sobre todo con monos, víboras, tortugas, iguanas, caimanes o aves. Los loros, por ejemplo, se venden vivos como animal de compañía o para zoológicos, zonas de reserva de fauna o circos con animales. Las iguanas, por ejemplo, y otras especies se venden muertas para la elaboración de zapatos o carteras con sus pieles.
Causas de la caza furtiva
El negocio del tráfico ilegal de animales es, tras el tráfico de armas y de drogas, el tercero que más dinero mueve. Las causas más comunes según la Organización de Naciones Unidad son:
• Nivel de desarrollo económico de una sociedad.
• Una oportunidad para ganarse la vida en lugares en los que las condiciones de trabajo son extremadamente precarias.
• El mercado local y global o la situación política y social del país
Consecuencias de la caza furtiva
La caza de animales en un ecosistema altera la cadena alimentaria que se forma dentro de él y hace que todo el ecosistema altere su equilibrio y, por tanto, funcione deficientemente. Es decir, la caza influye tanto en los animales que mueren, como en los que no: plantas, presas y depredadores; Principales consecuencias de la caza furtiva de animales:
• Aunque la caza se practica desde hace miles de años, hoy en día debido a la demanda y acceso a tecnologías que nunca existieron hasta ahora, la caza ilegal o furtiva es mucho más desmesurada.
• Los animales se sienten muy amenazados por la presencia del ser humano.
• El suelo empobrece su calidad, los nutrientes son más escasos y empeora la polinización con consecuencias en la producción vegetal.
• La extinción de animales por la caza empeora la calidad del agua y puede aumentar el brote de distintas enfermedades y plagas.