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Preservación de las especies, prioridad

 Preservación de las especies, prioridad

Texto y fotografías: Javier Hernández López

Con el proyecto innovador del Tren Maya se está buscando la conservación de una población de dos mil jaguares en la Península de Yucatán, además, de toda la variedad y diversidad biológica que tiene la región del Sureste y que se conservan en las áreas protegidas, tanto estatales como federales.

            “Lo que ven ahí como surcos (proyección en un mapa), que nosotros llamamos los corredores biológicos del jaguar, son parte de los resultados que obtuvimos como parte de los estudios y que se ve como conectan precisamente las áreas naturales protegidas, de un lado a otro, atravesando justamente el trazo del Tren Maya”, precisó el biólogo Carlos Manterola.

            En el caso de la conectividad y el paso de la vida silvestre, subrayó, que es hasta ahora que en el Congreso de la Unión hay un proyecto que esta forzando al gobierno federal a incluir los pasos de vida silvestre en sus obras, sin embargo, “El Tren Maya fue más allá de todo eso, desde hace más de dos o tres años.

            “Es decir, aquí tenemos un paso de agua, pero no quedó como un simple paso de agua, es decir, FONATUR-Tren Maya hizo un esfuerzo especial colocando banquetas y modificando la obra, para que n únicamente sea un paso de agua, si no que realmente la fauna silvestre pueda utilizar estos pasos”.

             En el caso de los corredores del Jaguar, estos se pudieron modelar, justamente a y gracias a 20 años del seguimiento de telemetría de esa especie, y fue a como se definieron los corredores biológicos, así mismo el índice de mayor probabilidad de cruce con trazo del Tren Maya. Los modelos que se consiguieron gracias a la colocación de más de 400 cámaras trampas en la zona, con las cuales se logró saber más de las otras especies que habitan en el lugar. 

            Después de dos meses y medio de la colocación de las cámaras trampas, se puedo saber de una gran cantidad de especies de un lado y del otros, por lo que se tuvieron que correr logaritmos especiales para saber por dónde los venados quieren pasar, los guajolotes, entre otros tipos de vida silvestre.

Redaccion Diario de Palenque

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