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La única pobreza es la mental.

 La única pobreza es la mental.

El complemento de educación, esfuerzo y emprendimiento de la telesecundaria José Vasconcelos es factor determinante en la formación de los pequeños, quienes son inspirados por maestros excepcionales.

Gustavo Andrés Laines Pérez: PALENQUE

Hay personas que se dan por vencido cuando se les presenta el más mínimo obstáculo, otras quienes a pesar de tener todo a su alcance deciden no aprovecharlo, pero hay también quienes a pesar de carecer de las herramientas no se dan por vencido y siguen luchando para ser cada día mejor.

En la escuela telesecundaria José Vasconcelos Calderón, ubicada en el Ejido Nuevo México, del municipio de Palenque, profesores y alumnos luchan día con día por salir adelante, pues es un trabajo en conjunto en el que los maestros han tenido que ir más allá de enseñar sus materias.

A esta escuela asisten muchos niños que pertenecen a una comunidad indígena arraigada en la región, por lo que el idioma español es su segunda lengua, ya que en dicha comunidad se habla hasta 3 lenguas diferentes.

En dicha zona, se es notable la falta de recursos y las carencias por las que los habitantes del Ejido sufren, sin embargo, esto no ha detenido a los padres de familia que buscan brindarles el apoyo a sus hijos para que se superen y sean mejores día a día.

Pero no ha sido nada fácil, pues la “nueva normalidad” ha establecido que los alumnos retomen sus clases en la modalidad a distancia, por lo que se las han visto difícil, pues la mayoría de los estudiantes no contaban con un dispositivo en el cual retomar sus estudios además que en la zona no hay cobertura de teléfono y mucho menos cuentan con internet en sus casas.

Aunado a eso, las ganas de salir adelante son más fuertes que las adversidades, con ayuda de sus profesores, quienes los han apoyado en todo momento, han sabido adaptarse a este cambio tan radical y han buscado la forma de hacerse de un teléfono celular para no mermar su educación.

NIÑOS DE VALOR

Sin embargo, gracias a que no tienen que asistir físicamente a la escuela, hay niños que además de sus clases tienen que trabajar como es el caso de Alan, uno de los 54 niños que asisten a la telesecundaria José Vasconcelos, quien confesó ayudar a su padre “en la milpa” y a recolectar leña cuando no tiene tareas.

Igual es el caso de Mitzi Paola, quien aprovechó el tiempo que las clases virtuales le dejaban para empezar un negocio de repostería, donde pudo conseguir una fuente de ingresos y así aportar económicamente en su hogar.

Pese a que la mayoría de los niños trabajan y estudian al mismo tiempo, además de las dificultades de la tecnología, no han perdido de vista su meta que es superarse para que el día de mañana logren salir adelante.

Tal como es el caso de José Guadalupe, quien expresó sus deseos de ser Arquitecto, también confesó que en algún momento pensó en dejar de estudiar a causa de la falta de las herramientas para llevar sus clases, sin embargo, su profesor lo motivó a seguir adelante por lo que decidió no rendirse y así cumplir su meta de ir a la universidad.

Sin duda los alumnos de la telesecundaria José Vasconcelos Calderón son un ejemplo de superación, pues cuando todo parecía estar en su contra, supieron salir adelante y rompieron esa brecha tecnológica para continuar con sus deseos de culminar su educación.

FUENTE DEL SABER

De igual manera, estos apasionados maestros nos han dejado algunas palabras sobre lo que para ellos significa ser profesor y así motivar a los demás educadores a revivir su amor la profesión:

“Ser maestro significa, responsabilidad, un honor, significa amor, pasión, interés, para mi ser maestro es una de las fortunas más grandes y también una de las responsabilidades más importantes que he adquirido” – Julia Nolasco Gómez.

“Es un privilegio que la vida me ha otorgado, en donde he podido cosechar grandes satisfacciones, desde el poder ser partícipe del crecimiento personal y académico de mis alumnos y ex alumnos; hasta poder haber logrado crear lazos de amistad y compañerismo que han perdurado durante el tiempo… El ser docente, para mí, se resume en el amor por el servicio, en la vocación por la profesión, compartir tus conocimientos y poder contribuir para formar mejores ciudadanos para nuestro país” – Erika Montejo Toledo

“Para mí es una enorme bendición por dos factores: me permitió encontrar mi verdadero vocación, poder estar cerca de los jóvenes, apoyarlos, guiarlos, poner un granito de arena para el futuro de México, y no solo eso, dentro del aula me siento feliz, contento y siento que puedo ser la mejor parte de mí y poder seguir avanzando, también es bendición porque gracias al ser docente pude apoyar a mi mamá, a mis hermanos, mejorar la estabilidad económica de mi familia y sobre todo, ser el ejemplo de que cuando se tienen las ganas se puede lograr cualquier cosa. Ser docente es lo mejor que me ha pasado en la vida y me seguirá pasando”. – Alan López López

Redaccion Diario de Palenque

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