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Tren Parlamentario

A matacaballo y sin mayores trámites que la insistente votación en contra de una legisladora (Ana Lucía Riojas Martínez, diputada federal sin partido), la Cámara de Diputados aprobó ayer las cuatro leyes secundarias que tiene que ver con la creación de la guardia nacional.
Ley de la Guardia Nacional, Ley Nacional Sobre el Uso de la Fuerza, Ley Nacional del Registro de Detenciones y Ley General del sistema Nacional de Seguridad Pública, fueron el cuarteto de normas que los diputados dieron para adelante; como, hacía dos días, el Senado había hecho lo mismo.
Excepto por la decisión de Riojas de romper a ultranza el consenso, éste virtualmente se ha dado, luego de que todos los grupos parlamentarios constituidos en la Cámara de Diputados optaron por emparejarse al Senado, que históricamente inauguró una época de consensos inéditos.
Incluso cuando Morena tiene, por sí misma, la votación suficiente para aprobar todas las leyes secundarias que se le atraviesen, decidió irse por el mismo camino que lo hizo el Senado, cuando impelido por Ricardo Monreal el grupo mayoritario tomó en cuenta a las minorías conformadas por las diversas oposiciones y conseguía el consenso. Es decir, todos votaban en pro. Y, excepto por Riojas, casi ocurría lo mismo en San Lázaro el jueves 23 de mayo de 2019.
Fundamentaban así las cuatro leyes. Dijo Juanita Guerra Mena, diputada de Morena, y presidenta de la Comisión de Seguridad Pública:
“… Se trata de un conjunto de normas cuyo objeto es el regular el actuar tanto de la Guardia Nacional, que es la institución base, y de las políticas en materia de seguridad, como el de las demás autoridades encargadas del control social.
“A partir de ahora, con la Ley de la Guardia Nacional, esta contará con lo que sin duda será una de las normas orgánicas más completas y actualizadas que existe en el órgano jurídico nacional.
“En sus contenidos se establece su organización, mecanismos de transversalidad, estructura y definiciones, así como su marco de actuación serán regulados en esta Ley Orgánica.
“Una de las grandes ventajas de esta ley, es en que la estructura de Guardia Nacional como uno de los pilares institucionales de las labores de seguridad, se mantendrá a nivel de la ley y ya no desde decretos o acuerdos administrativos como sucedía en el pasado.
“En cuanto a la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública se actualiza este importante marco legal a fin de establecer en sus contenidos las debidas previsiones en aspectos tan decisivos como los sistemas de plataformas que resguardan información, clave de materia de inteligencia policial y de combate a la inseguridad.
“De esta forma se da estructura uniforme a la Ley que Regula las Bases de Coordinación en los tres niveles de gobierno, el actuar de las y los elementos incorporando estrategias innovadoras que permitan una mayor supervisión, mejor información y la implementación de reglas acordes al Sistema de Fiscalización Ciudadana.
“La Ley Nacional del Uso de la Fuerza incorporará en sus contenidos los protocolos de actuación, la escala y los grados de utilización de la fuerza por parte de los elementos, a fin de que esos sepan de forma clara actuar a cada situación en un nivel que están obligados en el mismo. Nunca más deberán repetirse hechos como el caso de Atenco, o casos de abuso policial que ponen en riesgo la vida de dignidad de poblaciones enteras.
“Con esta ley se brinda certeza al actuar de la policía y se mandata a que las instituciones del órgano estatal y municipal adecuen sus protocolos en el contenido del marco de esta ley.
“Los hechos han documentado que la democracia sin Estado de derecho pierde sentido de existencia si no hay respeto a la ley, si la autoridad excede su facultad al pretender imponer la legalidad, si se considera que cualquier uso de la fuerza sin regulación o control, imponer la voluntad estatal, es permitido.
Tronante fue la oratoria de quien, votando en contra, rompió la unanimidad: Ana Lucía Riojas Martínez, quien, desde el arranque, dijo: “Administrar la muerte. Esa es la labor de los gobiernos en la siguiente fase del neoliberalismo, reducir el Estado de derecho a la simple administración, despedir empleados, hacer asignaciones directas, descalificar a los opositores, poner en duda a las organizaciones de la sociedad civil y al periodismo, desmantelar el nombre de la patria todo lo que no sirve, porque es más fácil dar dinero. Eso sí, aunque no alcance, porque en realidad, ¿cuándo nos ha alcanzado?
“Administrar la muerte es más fácil porque no se requieren juicios ni justicia, la violencia nos alcanzará tarde o temprano, una balacera, un secuestro, una bala perdida, seremos parte de una estadística mal explicada por un funcionario o seremos encontradas en una fosa si bien nos va, porque no sabemos a qué otra cosa aspirar. Con el Ejército en las calles la guerra permanente es el Estado de derecho.
“Samir Flores solo quería preservar la tierra donde nació, donde creció su familia, porque la memoria histórica no solo es recordar fechas y nombres, es poder ver la milpa y recordar las manos de quien nos dio vida, pero los megaproyectos que ustedes quieren implementar son las consecuencias más retorcidas de la necropolítica.
“Despojar el territorio para dárselo a una trasnacional o paraestatal que mata a los opositores, la rueda sigue funcionando y no son ustedes quienes resisten, no son ustedes quienes ponen la sangre, son los pueblos”.
Nadie le hizo segunda. Pero insistía ella. (Continuará)

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Redaccion Diario de Palenque

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