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Entregan un México con crisis económica y social

Las pasadas declaraciones de Andrés Manuel López Obrador respecto a que México se encontraba en bancarrota, calaron en lo más profundo a la clase política aun gobernante, a los sectores financieros y empresariales de nuestro país y a algunos medios de comunicación afines al régimen neoliberal, no supieron contener la molestia por la opinión pública del presidente electo e inmediatamente contra argumentaron de que nuestro país se encuentra con finanzas públicas sanas, con estabilidad macroeconómica y con un ambiente claro y pacífico de gobernabilidad, hay que reconocer que AMLO tiene la habilidad de poner sobre la mesa y la atención mediática el tema a discutir, desde la perspectiva mediática y de comunicación será un actor político activo, a claro, con independencia del cargo que ostenta como primer mandatario.
Pero analicemos de forma objetiva la postura del gobierno saliente y la declaración del presidente electo, de acuerdo a las posiciones del gobierno y del titular de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público: “el país goza de una estabilidad financiera anclada en finanzas públicas sólidas y una inflación que va en dirección de la meta fijada por el banco central, así como un sector financiero bien capitalizado y líquido”, en otro polo de opinión algunos empresarios como Claudio X González argumentaron de que López Obrador estaría matizando su discurso ante una evidente falta de cumplimiento a las promesas hechas en la campaña presidencial, así como senadores y diputados del PRI vaticinaron que AMLO se estaría echando para atrás en las promesas realizadas en la contienda electoral.
Desde luego que en el ambiente político existen dos realidades, la primera es la que el gobierno, en conjunto con los políticos y los medios de comunicación afines nos comunican sobre cómo nos encontramos económica, financiera y socialmente, lo que ellos nos quieren dar a conocer de forma pública y la realidad que se percibe en el México de los ciudadanos de a pie, esta segunda realidad de la que todos los ciudadanos vivimos y somos testigos palpables, casi nunca es similar a la realidad que nos comunican desde el gobierno federal, incluyendo al de los estados y municipios, en este régimen neoliberal cotidianamente se acostumbra a matizar la realidad que vivimos, se hablan de estabilidad económica y sanidad en las finanzas públicas y que contamos con las mejores calificaciones de los organismos financiero internacionales en lo que respecta a percepción financiera e inversiones y certidumbre jurídica, suelen hablar con mucho tecnicismo algo que se traduce en temas confusos y de poca confiabilidad para el pueblo porque la situaciones complejas que vivimos los mexicanos en la vida practica son totalmente adversas a las expuestas por nuestro gobierno.
Para ser precisos y claros desde que se inició en México el periodo neoliberal nuestro país no ha tenido un crecimiento económico, el aparato estatal ha sido desmembrado por la serie de privatizaciones que se han vivido desde 1988, el endeudamiento público actualmente ronda en casi los 11 billones de pesos, prácticamente más del doble de lo que es el presupuesto público de este ejercicio fiscal de 2018 que es de 5 billones, si hacemos un pequeño ejercicio de comparación en el año 2007, el endeudamiento público rondaba en los 2 billones y en el 2012 aquel sexenio en turno culmino con una deuda de 5.4 billones, Peña recibió un país con un endeudamiento público de 5.4 billones y al final de su gestión nos deja una deuda de casi 11 billones pesos, más del doble en relación a la deuda que recibió de su antecesor Felipe Calderón, en otro tenor, es inexplicable como la deuda pública ha ido creciendo en cada sexenio a una tendencia hacia el doble y como ese endeudamiento no se ve reflejado en la obra pública federal y programas que disminuyan los rezagos sociales y se combata el clima de violencia e inseguridad, se creen condiciones de empleo y la actividad económica y comercial de nuestro país sea dinámica. https://expansion.mx/economia/2018/02/01/mexico-tiene-la-deuda-publica-mas-alta-en-su-historia
No es malo endeudarse o contratar deuda si se realiza para invertirlo en gasto capital, bienes, servicios, infraestructura que a corto o mediano plazo puedan generar activos para la administración pública federal, lo preocupante es que precisamente la deuda que ha venido en incremento no se ve reflejada en gasto de inversión a nivel país, al contrario de acuerdo a cifras de la SHCP el gasto de inversión del gobierno federal en el año 2017 registró una caída de 36%, siendo una baja histórica, mientras el gasto corriente se ha mantenido e incluso aumentado, lo que genera incertidumbre según los datos aportados por el gobierno y las afirmaciones de mantener finanzas saludables.
Si le agregamos a la crisis petrolera de la que aún se padece, la baja producción de crudo, el desvalorizado precio del barril de petróleo y la sobre dependencia de los ingresos públicos a las exportaciones de petróleo, resulta evidente que la económica nacional no atraviesa por un mejor momento, aunque en comparación con otros países si mantengamos mayor estabilidad económica, lo cierto es que el nuevo gobierno no puedo mantenerse en la misma lógica de no inversión pública, dejar a la deriva el sector energético, disminuir el gasto gubernamental y hacer conciencia en la disminución de altos salarios y privilegios de la alta burocracia.
El nuevo gobierno debe adoptar otra dinámica de comunicación con la sociedad mexicana, debe haber mayor apertura y transparencia, de hablarse con la verdad en temas que son de interés públicos e importantes como los financieros, ya no debe seguirse bajo la lógica de ocultar las cosas y solamente oír discursos, cifras y datos bonitos o maquillados, debe la nueva administración enfrentar la realidad con la verdad y de ser necesario pedir a la sociedad comprensión y no desesperarse para el supuesto caso de que los cambios no puedan palparse en un periodo inmediato.
Para un servidor el país que recibirá AMLO si está en crisis, económica, social y de seguridad, no existen las mejores condiciones de seguridad y procuración de justicia, debe urgentemente trabajar en brindar seguridad y calma social a través de un plan emergente en el que si se perciba un clima de seguridad para todos, el crecimiento económico y desarrollo social deberá reorientarse y enfocarse en los nuevos proyectos de inversión que ha propuesto AMLO en campaña, debe emparejarse el sur-sureste mexicano con el centro y norte del país, aquí existe un potencial turístico que bien podría detonar mayor inversión, creación de fuentes de empleo y un cambio rotundo de condiciones sociales y de infraestructura.

Redaccion Diario de Palenque

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